-Tomate el tiempo que desees estar aquí en mi casa, si la bebe se duerme no hay problema puedes quedarte o caso contrario puedo ir a dejarte a tu casa. –
- Muchas gracias Ian, sería mejor si voy a casa. – él asiente con la cabeza. –
- Dejando atrás lo de hace un momento me gustó mucho que accedieras a almorzar conmigo y espero que pronto podamos hacer más seguido esto, junto con Rachelle. – le miró y le sonrío un poco. –
- Gracias, también me gustó lo de hoy, dejando de lado que eres mi jefe. – nos reímos al unísono y Rachelle se sienta para mirar a Ian, le extiende su biberón para que él lo tome y yo me río. – esta niña quiere invitarte de su leche. – él se ríe y agarra su biberón y hace el ademán que se pone a tomar de este. –
- ¡Que rico! -Le entrega a Ray. – ahora toma tu moya prelest' – le miro sin entender lo que dice.
- A todo esto... que significa moya lyubov' – él me mira a los ojos y empieza a reírse ya que mi ruso no es bueno niega con la cabeza y vuelve a mirarme, sé que se acuerda que lo uso una vez para referirse a mí. –
- Lo siento, no puedo decírtelo, debes de averiguarlo tu misma, y por si te preguntas que le dije a tu hija, fue mi bonita. – Le sonrío. – es que es muy bonita al igual que su madre. – me sonrojo con lo que dice miro a mi hija y le doy un beso en su mejilla, ella está terminando de tomar su leche y ya esta por quedarse dormida así que empiezo a mecerla un poco hasta que deja su biberón, Ian se levanta y toma el biberón, dejándolo en la mesa de centro. – ¿Te parece si la llevamos a mi habitación? Es para que duerma cómoda- Yo asiento y me levanto del mueble, voy hacia la habitación de Ian y esta es enorme, tiene una cama de dos plazas, con sábanas negras, todo su habitación es de estilo animalista, así que es algo hermoso, entre negro y blanco, dejó a Ray en el centro de la cama y a sus costados pongo las almohadas para que no se caiga, la cubrimos con una manta y nos alejamos sin antes de yo darle un beso a mi hija, caminamos hacia la sala nuevamente y yo me siento un poco intimidada ya que esta vez estamos los dos solos, y soy consciente que me hablará sobre sus sentimientos, lo peor de todo que no sé como voy a responder. –
- Scar, creo que debemos de hablar ¿verdad? – Yo lo miro y asiento. – seré sincero contigo. – se sienta a mi lado y me mira a los ojos. – me gustas, me gustas demasiado, y discúlpame que te lo esté repitiendo mucho, pero necesito que lo sepas y quiero saber de lo que piensas. – lo miro muy tímida y bajo la mirada, él pone su mano en mi mentón y hace que lo mire a los ojos. –
- Ian, yo no sé que decirte, estoy pasando por una situación muy difícil. – Él deja de tocar mi mentón y se aleja un poco, yo suelto un suspiro. – no sé qué hacer, así como eres sincero conmigo yo también quiero serlo contigo, me gusta y estoy enamorada de Michael. – Su mirada me refleja dolor al decirle la verdad. – Aunque ya haya pasado tiempo, lo amo mucho y no sé cuando se me ira este sentimiento ya que tiene una pareja, lo único que me vincula de Michael es mi hija y aunque él me quiera recuperar como suele decirme cada vez que ha ido a mi casa, tengo orgullo y no puedo permitirme el estar con él, no aún. – Ian se levanta y me toma de las manos para levantarme me sonríe. –
- Hagamos algo ¿Te parece? – le miro sin entender. – Úsame. – Mis labios se separan y lo miro como si estuviera muy loco. –
- ¡Qué! – Él aún tiene su sonrisa un tanto nerviosa. –
- Sí, sé que lo escuchas muy loco y estarás pensando que como un hombre como yo te esta proponiendo esto, pero tómalo como algo positivo, tú me usas para olvidarte de Krause y yo te enamoraré hasta que tu misma decidas decirme que estás enamorada de mí y si al final no ocurre eso, entonces hagamos que no pasó nada y seguiremos siendo amigos, solo date una oportunidad tu y también dame una a mí. – Le miro atónita y me alejo un poco de él, niego con la cabeza incontable de veces y su mirada está encima de mí expectante de mis movimientos, no puedo creer que un hombre como es Ian Kozlov está diciéndome eso, cuando puede buscar y encontrar fácilmente mujeres mejor que yo, lo vuelvo a mirar y suelto un suspiro largo. –
- Yo no puedo hacerte ese daño ni a ti ni a nadie, solo para olvidar el amor que siento por el padre de mi hija, discúlpame Ian, no puedo hacerlo... - Su sonrisa se desvanece. –
- No me respondas ahora, hazlo cuando estes segura, intentémoslo, quiero que sepas que no me interesa nadie que no seas tú y tu hija, espero puedas aceptar. – Mi corazón se agita con desesperación y yo tomo mi cartera. –
- Tengo que irme a casa, tengo que hacer cosas, mañana estaré desde temprano en el trabajo señor Kozlov. – Después de lo que estoy escuchando me es un poco más difícil el hablar tan normal con él, la realidad viene a mi cuando sé que él es mi jefe y quiera o no si las personas que trabajan en el restaurant se enteran de lo que está pasando no me miraran tan bien que digamos. –
- Tranquila no pretendo imponerte nada, solo no cambies de actitud conmigo, el tiempo lo dirá todo, por el momento esperemos que Rachelle se levante, no puedo permitirte que la lleves así. –

ESTÁS LEYENDO
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
RomansaScarlett Tyler es una joven de 19 años que vive con su pequeña hija de 2 meses en la ciudad de California, lucha por un futuro prometedor para su pequeña Rachelle, ya que ella sólo quiere que su hija no le falte nada. Pasará por muchos problemas...