CAPÍTULO 08

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-Mis más sinceras disculpas por lo ocurrido hoy, no observé bien el piso y me caí, ahora mismo limpiaremos el lugar y les daremos nuevamente el jugo. – Miro a los señores de las otras mesas.- discúlpenme por arruinar su desayuno a todos.- Me doy la vuelta para irme hacia las escaleras con Laura.-

-Ten más cuidado la próxima vez, vendré con Michael Krause mi futuro esposo y no deseo que una camarera de quinta arruine mi fiesta ¿Quedó claro? – Me detengo abruptamente y volteo para sonreírle con pocas ganas. –

-No se preocupe señorita, esto no volverá a ocurrir más. – Dicho esto camino con Steven y Laura hacia la primera planta, los ojos de todas las personas me miran sorprendidos, con pena y otros preocupados, no entiendo porque tan preocupados, caminamos hacia la cocina y pude darme cuenta el porqué, mi mano tiene un gran corte, no es profunda pero lo suficiente para que sangre exageradamente, Francis que es otro camarero de mi misma edad se me acerca con un botiquín y sin darme cuenta las lágrimas comienzan a caer, del desespero de no poder haber dicho algo para arruinarle a ella misma o de saber que Michael se va a casar con ella y todas las cosas que me dijo solo valieron mierda.-

-Cariño, tranquila, vamos a curar esto primero y luego a cambiarte.- no respondo a Steven, solo estoy llorando, los trabajadores que están en la cocina, me miran y algunos siguen en sus quehaceres, sigo llorando por toda la cólera que tengo, no respondo a nadie y las lágrimas no me dejan ver a nadie, mi mano es tratada con toda la delicadeza, agradecen que no tenga que hacerme puntos ni nada, me vendaron toda la mano, con la otra me limpio el rostro de las lágrimas y levanto la mirada, agradeciendo a Steven que me ha curado, Laura se acerca a mí y me mira apenada.-

-Hable con el señor Kozlov, está en camino, se puso un poco histérico y esta con la necesidad de querer saber el nombre de la señorita esa que ha generado el problema.- niego con la cabeza.-

-Que no se preocupe, no es nada- me miro la ropa toda mojada y ella me sonríe.-

- Vamos a cambiarte Scarlett, ponte tu ropa, el señor Kozlov me dijo que hoy te tomes el día y descanses, de todos modos el vendrá y te dirá lo mismo.- me levanto y me voy a mi casillero donde tengo todas mis cosas, tomo mi ropa y me voy al baño, a cambiarme, no pienso dejar hoy el trabajo, no le daré la victoria a Brenda, me lavo todos los residuos de jugo, la lavo el cabello como puedo y me lo peino, al menos ya me veo decente, me pongo mi ropa de salida, me miro al espejo y mentalmente me di ánimos, salgo del baño y un cuerpo grande me impide salir, levanto la mirada y es el señor Kozlov, sus ojos azules preocupados por mí, me toman por los hombros.-

-Laura me contó todo lo que ella vio, ¿Cómo te encuentras?- Le sonrío.-

-Me encuentro mejor, seguiré trabajando hoy, no puedo tomarme más días libres creo que...

-No cariño, es mejor que vayas a casa con tu hija.- Le miro a los ojos. –

-Muchas gracias señor, bueno, pero mañana no pida que venga a trabajar.- él me sonríe y niega con la cabeza, toma mi mano que está herida y la inspecciona.-

- ¿No te duele? – Niego con la cabeza. – Me alegro de todos modos, si puedes ir al doctor estaría mucho mejor.-

-Haré lo posible. – Le sonrío, él me acaricia levemente la mejilla y me sonríe.-

-Scarlett quisiera saber ¿quién era la chica que hoy te humilló de esa forma? – Me tensé un poco, pero no pienso decirle nada.-

-Alguien que me odia señor, pero no se preocupe, no es nada del otro mundo, quien soy yo para juzgarla.- Me alejo un poco de él y él me da pase para salir de los servicios higiénicos.

-Es importante para mi saber el nombre, no podemos permitir que dentro de nuestros restaurantes existan personas que vengan solo a hacer daño a nuestros empleados. - Dejo de caminar y él hace lo mismo para mirarnos.-

-Disculpe lo que le voy a decir, pero muchos ricachones vienen aquí y suelen hacernos daño no solo en lo físico sino también en lo psicológico, el hecho que trabajemos honradamente como cocineros, camareros o hasta limpiando los servicios higiénicos, no les dan derecho a tratarnos mal, es por eso que todos nosotros, solo pedimos disculpa y sonreímos porque será peor si no aceptamos sus malos tratos.- Kozlov me mira sorprendido y niega con la cabeza.-

-Conozco a muchos ricachones – Me sonríe por la palabra. – que les gusta ser así, me encargaré que no les vuelvan a hacer ese daño a nadie Scarlett, la mayoría de ellos son amistades, así que me aseguraré que no ocurra nada la próxima vez. – Suelto un suspiro y para apaciguar el ambiente, doy dos golpes a mi pecho y le hago la señal de la paz mientras sonrío, él se ríe y me imita, caminamos hacia la cocina y él señor Kozlov habla de la seguridad de todos nosotros y que no se volverá a repetir lo sucedido, dicho esto agradecemos, mis amigos siguen con sus trabajos y yo me despido para irme, ellos como están muy ocupados solo atinan a levantarme la mano y salgo hacia mi casa, quiero cambiarme e irme a la universidad, veré que puedo decirle a mi madre sobre el accidente que tuve para que no se preocupe. Llego a casa, al abrir está mi madre, Stefan y la bebé conversando y jugando con ella, ellos me miran y me saludan, me acerco y a cada uno les doy un beso, el primero en darse cuenta sobre mi herida es Stefan quien me toma de la mano y yo jadeo un poco de dolor. –

- ¡Pero qué ha pasado! – Quito mi mano de la de él y le miro a los dos. –

- En el trabajo estuve llevando unas copas, me resbalé y caí, por levantar los vidrios me corté pero ya está tratado no fue nada grabe. – Mi mamá me mira preocupada y niega con la cabeza. –

- Tienes que tener más cuidado Scarlett, no quiero que todos estemos preocupados por ti. –

- Mamá solo fue un rasguño, nada del otro mundo tampoco son inmortal, pero no se preocupen no ha ocurrido nada grave. – Tomo a mi hija en brazos y empiezo a besar toda su carita y ella se pone a reír con muchas ganas, llamándome mamá y me muro de ternura. –

- ¿Te quedarás? – Stefan me pregunta y en su mirada veo que no ha creído mi mentira. –


- No, tengo que irme a la universidad, solo vine a cambiarme.- les sonrío a ambos y camino hacia mi habitación.-

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora