〘 𝗠𝗘𝗟𝗜𝗢𝗗𝗔𝗦 𝖨𝖨 〙

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‹      🐉  ꒱          ❛ 𝗠𝗘𝗟𝗜𝗢𝗗𝗔𝗦 ❜
  ↳  𝖼𝗈𝗇𝗍𝖾𝗇𝗂𝖽𝗈 𝖺𝖽𝗎𝗅𝗍𝗈 𝗒 𝖾𝗑𝗉𝗅𝗂̄𝖼𝗂𝗍𝗈 ;
𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘦 ... parte dos  ❜

 parte dos  ❜

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Cada músculo de su cuerpo estaba tenso, sentía un frío sudor bajar por su espalda y parecía que su sangre se había almacenado en sus pies, la palidez en su rostro no era común. Pero, no era para menos, Cía estaba rodeada de demonios de alto rango y ninguno emitía palabra, puesto que se hallaban muy ocupados comiendo alimentos que sorprendentemente, no eran nada aterrador.

Por obligación la humana había acabado allí, Meliodas le había dicho que ella lo acompañaría a cenar esa noche, y al principio la chica se había llenado de ilusión, pero en cuanto observó la larga mesa repleta de demonios todas sus esperanzas cayeron. Cía, dentro de su ingenuidad, había jurado que su relación con aquel mandamiento sería totalmente diferente después de haberse entregado a él, pero la verdad era, que lo único diferente era la posesión excesiva de Meliodas.

Sin dudas lo amaba, se había enamorado de él y ya no podía hacer nada; estaba perdida.

── Cía.──estaba tan sumergida en su mente que apenas escuchó que Meliodas había pronunciado su nombre. Al mirarlo, notó que su mirada era suave y seria, además, parecía brillar levemente cada vez que la veía a ella──. ¿Podrías traer más cerveza de la cocina?──preguntó, con otras intenciones.

La chica asintió por inercia, levantándose con rapidez para después marcharse, bajo la mirada de todos. Caminó nerviosamente hacia la cocina, en cuanto llegó logró ver las botellas sobre la mesa y se atrevió a tomar dos, para luego regresar al comedor.

Pensaba en lo mucho que a Meliodas le gustaba la cerveza cuando llegó, y en seguida, se dio cuenta de la situación tan tensa que de pronto, se había formado. Vio a Estarossa de pie, que miraba con burla y enojo a Meliodas, a su vez, el rubio estaba tal y como Cía le había dejado al marcharse; sentado, con su rostro serio y una actitud tranquila.

Ella permaneció parada en el umbral de la gran entrada sin saber que hacer, queriendo simplemente desaparecer de ese lugar para no ser notada.

── Si tú no lo dices, que lo haga ella.──habló Estarossa sonriendo, al segundo clavó sus ojos sobre la temblorosa humana y esta dio un pequeño respingo.

Cía no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando, pero de lo que sí estaba segura era que nada bueno saldría de todo eso. Cuando las cosas tenían que ver con el mandamiento del amor todo salía mal.

── Estarossa, deberías detenerte.──comentó el mandamiento de la fe, con desinterés pero sabiendo lo terrible que podía acabar la situación si el peligris continuaba.

  ❪ .. 🌬️ ⟺ sins and commandments, 𝗻𝗻𝘁 ¡! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora