El Quinto Elemento [Kankuro y Tú]

17

Jaku y Sam repasaban una y otra vez el plan de su sensei, ¿Era una buena idea?

—Sensei, ¿cree que resistiré?, apenas me sigo recuperando.

—Confía en mi, Jaku. Además, como te dije, conozco a alguien que puede ayudarnos.

—Se entiende sensei, pero, ¿No sería hacer...trampa?—Sam le preguntó a su sensei, mientras este se volteó a mirarle sin expresión alguna.

—No hay ninguna regla que se oponga a lo que les acabo de decir. Ella es una gran ninja médico, ayudará más rápido a la recuperación de Jaku.

¿Ella?, se preguntaron ambos guenins.

La puerta del cuarto se abrió dejando ver a una mujer, relativamente joven, de cabello rubio y grandes pechos que la caracterizaban. Un rubor apareció en las mejillas de ambos guenins al verla.

"Es muy hermosa" , pensaron ambos al unísono.

—Vaya vaya, Hake. No te veía desde... ¿Quince años, tal vez?

—Así es. Tú no has cambiado nada, Tsunade.

—El volver a Konoha tal vez me hizo más joven de lo que ya soy.

Ambos sonrieron. Jaku y Sam suponían que debieron haber sido compañeros en algún momento.

Su sensei jamás le dio todos los detalles, pero si sabían que entre Konoha y Fehuo los ninjas iban y venían, más que todo para ayudarse en las misiones mutuamente.

—¡Señora Tsunade!

Una joven pelinegra corrió hacia ella y un pequeño puerco entre sus brazos. Se veía muy cansada, tal vez por correr todo el hospital y no encontrarla, hasta ahora.

—¿Qué ocurre, Shizune?

—L-la e-stuve bu-uscando—aún tartamudeaba por el cansancio—Encontré lo que m-me pidió

Shizune parecía que iba a desvanecer, y el puerquito que tenía entre manos también. Tsunade lo notó en seguida, por lo que dijo:

—Tómate un descanso junto a Ton Ton, después puedes continuar con tus labores.

Shizune asintió y, dejando por un momento al puerquito en el piso, sacó de su bolsillo algunos frascos, tres para ser exactos, que Tsunade recibió.

Tsunade le asintió a su asistente y con un ademán de manos ordenó que Shizune saliera, no sin antes llevar a ton ton con ella. Hake miró la escena conteniendo una risa, pues era algo nuevo que Tsunade tuviera compañía. Ya la invitaría a comer después, pues la situación en la que estaban no era apta para hablar sobre que pasó después de aquella separación.

—¿Él es el chico?

Tsunade miró a Jaku, quien aún estaba en cama. Este se sonrojó, pues la ninja médico tenía su mirada puesta en él, analizándolo de pies a cabeza. Sam en ese momento deseaba ser Jaku con todas sus fuerzas.

—Sí—le afirmó—Jaku, Tsunade. Tsunade, Jaku.

Su sensei presentó a ambos. Mientras Sam dio una pequeña tos para remarcar que estaba ahí, con ellos. Su sensei volteó a verlo y lo presentó a él también.

—Por lo que me platicaste, Hake—Tsunade ahora posaba su mirada en el mencionado—Si puedo acelerar su recuperación, pero...

Tsunade dio una pequeña pausa y se puso frente a Hake sensei. Sus alumnos miraban la escena con intriga, pues estaba muy cerca de su sensei.

¡¿Habrán sido novios?!; Que suerte, sensei; ¿Son amantes reencontrándose?; ESTÁN DEMASIADO CERCA. Eran algunas de las cosas que Jaku y Sam pensaban en ese momento.