Capítulo 3 - Un viejo amigo todavía está aquí
Nunca oiría mal esa voz en ningún lado, ni siquiera cuando se convirtiera en cenizas.
En ese entonces, la repentina mención de Helian Yi de Bai Wuchang cuando estaban junto al río no logró conmoverlo emocionalmente. El paso de los años, sumado a su esfuerzo por olvidar, habían enterrado ese nombre en lo más profundo de su memoria y desenterrarlo sería una hazaña casi imposible. Pero ahora, todavía lo recordaría claramente como antes. Recordó los muchos trucos que esa persona tenía bajo la manga; recordó sus hábitos, como cuando tocó la frente de Jing Qi, no pudo evitar usar sus dedos para separar su cabello.
Esas cosas parecían haber echado raíces profundamente en sus huesos. De vez en cuando pensaba que si realmente no hubiera existido esa conexión inquebrantable y enredada que tuvo con Helian Yi en ese tiempo, entonces ese Lord Séptimo que se sentó junto a la Piedra de las Tres Vidas durante sesenta años seguidos tampoco existiría.
Recibir mal karma fue como ser recibido con mierda de pájaro en el momento en que saliste de la casa. Podrías haber tenido cien planes preparados para evitarlo, pero tarde o temprano siempre habría un pájaro que salía de la nada y dejaba caer un pedazo de mierda en tu cabeza, haciéndote sentir que la mala suerte te perseguiría como la sombra de un fantasma.
Jing Qi suspiró internamente. Sabía que su patrón de respiración había cambiado en el momento en que Ping An lo despertó sobresaltado, por lo que no tenía sentido fingir que dormía. Abrió los ojos.
Frente a él estaba un joven que solo tenía diez años pero que ya poseía un aura de noble.
Jing Qi pensó: Este Helian Yi es... todavía demasiado inocente.
Al ver que estaba despierto, la expresión de enojo del joven se desvaneció. Rápidamente se inclinó y preguntó con voz suave.
–¿Estás bien? ¿Te duele en alguna parte?
Cuando era humano en su primera vida, cuando veía a esa persona de la que una vez estuvo locamente enamorado y por la que fue profundamente herido; siempre brotaban un millón de sentimientos diferentes en su corazón, palpitando sin cesar también. Pero habían pasado cientos de años.
Al volver a verlo ante sus ojos, Jing Qi simplemente no reaccionó mucho. Pensó: ¿Este es Helian Yi? ¿Por qué... por qué se siente tan desconocido?
Helian Yi pensó que su aturdimiento sin palabras era causado por la fiebre, así que le puso la palma de la mano en la frente para comprobarlo de nuevo. Luego frunció el ceño y se volvió hacia los sirvientes.
–¿La medicina está lista? No podemos dejar que esta fiebre se alargue, le afectará la cabeza.
Mi cabeza ya está hecha un lío, pensó Jing Qi. Esta fiebre debería quemarme más fuerte, para no tener que lidiar más con cosas viejas.
Cuando finalmente recobró el sentido, se dio cuenta de que estaba acostado mientras su superior todavía estaba de pie. Rápidamente se dio cuenta de que esto era inapropiado. Levantó el cuerpo, tragó saliva para humedecer la garganta y abrió la boca para hablar:
–Su Alteza el Príncipe Heredero...
Helian Yi rápidamente lo presionó de regreso a la cama y se echó a reír.
–Parece que has aprendido algunos modales después de este ataque de enfermedad. Túmbate ahí, no te muevas.
Su Emperador actual tenía algunos hábitos bastante malos, como en el momento en que pensaba en algo, lo ejecutaba sin importar nada; o a veces hacía cosas tontas e inimaginables. En el momento en que nació su pequeño hijo Helian Yi, inmediatamente le dió el título de Príncipe Heredero cuando aún no tenía un mes de edad, y luego, durante los diez y tantos años posteriores a eso, olvidó al príncipe heredero que personalmente había nombrado como si no fuera nada y no le prestó más atención.
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Lord Séptimo (Priest)
ऐतिहासिक साहित्यAl despertar de nuevo en su séptima reencarnación, el príncipe Jing Beiyuan se encontró en el pasado, cuando todo aún no se había puesto en marcha. Habiendo tenido una segunda oportunidad, Beiyuan tiene que sobrevivir a la corte y decidir si finalme...