Capítulo 28 - El altar de la Corte Fei Cui

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Capítulo 28 - El altar de la Corte Fei Cui

Aunque el festival de la Evaluación Nocturna no comenzaría oficialmente hasta que llegara la noche, a la hora de Shen (t/n: la hora entre las 3 y las 5 p.m.), este "Salón de las Orquídeas", en la Corte Fei Cui, ya estaba rodeado por dentro y por fuera. Incluso a través de la calle, los espectadores también habían ocupado cualquier espacio vacío en la parte superior de las paredes. Justo al final de la siguiente calle, la taberna aprovechó la considerable altura de su edificio con el último piso que permitía capturar parcialmente la escena, por lo que ni siquiera se molestaba en continuar con su negocio habitual, todo porque cada vez que esto sucedía, la venta de asientos era más rentable que cualquier otra cosa.

Después de tomarse su tiempo para terminar la cena, Jing Qi finalmente salió con Wu Xi, llenando el aire con interminables charlas sobre varios temas mientras paseaban por la calle. sacó a Wu Xi a dar un paseo y charló sin cesar durante todo el viaje. El mar de personas hizo que Wu Xi tomará una bocanada de aire frío; siempre había existido algo de miedo dentro de él cuando se trataba de visitar lugares concurridos, por lo que no pudo evitar soltar en voz baja:

—¿Por qué hay tanta gente aquí? 

Por desgracia, las voces de la gente de los alrededores eran demasiado ruidosas y Jing Qi no lo escuchó con claridad.

Sin embargo, hacía mucho tiempo que Jing Qi había estado consciente de cómo se iba a desarrollar esto y había traído especialmente a unos pocos guardias imperiales de complexión ancha –que solo de "casualidad" estaban aquí– para despejar el camino. Temiendo que la multitud los separara, Jing Qi extendió su brazo y tomó firmemente la mano de Wu Xi. En este clima frío de la noche de otoño, la palma de Jing Qi era de un calor tierno, pero sus dedos eran de un frío invernal. Wu Xi sintió que un escalofrío recorría su cuerpo y la piel de su mano se volvió notablemente más sensible a ese toque. Notó que la mano de esta persona era mucho más pequeña en comparación con la suya, y esos dedos también eran considerablemente más delicados; sin embargo, llevaban el tipo de fuerza que solo se podía sentir del agarre de un hombre... No era la mano de una persona que solo usaba pinceles.

Tan pronto entraron con gran dificultad en la Corte Fei Cui, alguien vino a recibirlos. Ping An entregó la tarjeta y de inmediato los invitaron ansiosamente a una sala privada en el segundo piso.

Zhou Zishu y He Yunxing ya habían llegado hace mucho tiempo cuando el grupo de Jing Qi entró en la sala. Por otro lado, además de algunas jovencitas delicadas y bonitas de sirvientas, estaba Su Qingluan, quien había venido específicamente a hacerles compañía. 

—¡Finalmente llegaron! —dijo He Yunxing con una sonrisa—. El hermano Zishu casi creyó que no podríamos tener el honor de recibirlos a los dos hoy. ¡Bebe por haber perdido la apuesta, bebe!

El Príncipe Heredero no estaba presente, tampoco el discípulo de grandes sabios, Lu Shen. En algunos aspectos, esos jóvenes que se presentaron podrían considerarse pájaros de la misma pluma, por lo que se les dio mucha libertad para perder el tiempo y tener problemas sin moderación esa noche.

Jing Qi no rechazó esa oferta: tomó la bebida en su mano con gran deleite y apuró la taza de un trago antes de sentarse casualmente, con una sonrisa en su rostro mientras comentaba:

—El sabor de este vino burdelesco siempre es diferente. Beber unas cuantas jarras más sería genial... Hermano Yunxing, ¿cuándo ha habido algún momento divertido sin mí?

—¡Ya que vinieron, el paseo de hoy definitivamente valdrá la pena! —He Yunxing respondió mientras reía—. Lo tengo que admitir, Beiyuan, si no participaras en esta Evaluación Nocturna, entonces llamarte para apreciar el hermoso paisaje también sería en vano.

Lord Séptimo (Priest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora