Lord Séptimo (Priest)

Capítulo 29 - Ave fénix falso, luan verdadero

Capítulo 29 -  Ave fénix falso, luan verdadero

Wu Xi primero miró de pies a cabeza al hombre de mediana edad, alerta, luego le preguntó a Jing Qi:

—¿No te emborrachaste?

—Un poco, pero no fue hasta el punto de confundirse. —Jing Qi estaba sentado en una silla hecha jirones, completamente relajado mientras señalaba al hombre de mediana edad que estaba a su lado—. Este es el maestro Lú, es un hombre de Zishu.

El "maestro Lú" se inclinó apresuradamente ante Wu Xi. 

—Saludos, joven chamán. El Príncipe lo ha exagerado, este humilde plebeyo es Lú Yu, y yo soy simplemente alguien que hace recados para nuestro Señor.

Wu Xi miró a Jing Qi, con una pizca de duda en sus ojos:

—¿Qué sucedió?

—Hermano Lú, dilo para que pueda oír.

Lú Yu respondió con un "sí" y comenzó a explicar:

—Hace un tiempo atrás, este humilde plebeyo recibió una orden de nuestro Señor para investigar en secreto a los chamanes negros y encontré algunas pistas. 

—¿Dónde están?

La expresión de Wu Xi era solemne y la emoción de sus ojos se había oscurecido. En esa fracción de segundo, Lú Yu no pudo evitar apartar la mirada.

—Como el segundo Helian tiene una inclinación por la búsqueda de la inmortalidad, hay una mansión específica en su finca que fue construida junto al templo taoísta Huaixu. Esos chamanes negros a quienes ha estado protegiendo dentro del templo rara vez entraron en contacto con el mundo exterior, ya sea vino o cenas, todo lo maneja el propio maestro del templo y su presencia nunca se ha dado a conocer a otros. Helian Qi ha estado extremadamente atento a esto: nos tomó tres meses que alguien se infiltrara en su lugar como repartidor diario de verduras. Además de buscar el rastro de eso chamanes negros, también descubrimos a un individuo inesperado que ha estado haciendo contacto con ellos a escondidas.

Wu Xi echó un vistazo a la expresión indiferente de Jing Qi; con alguna vaga especulación que ya había llegado a su mente, preguntó: 

—¿Quién?

—La Dama de la Luna, Su Qingluan.

Fue Jing Qi el que habló. Su voz fue extremadamente baja y distinguir si su rostro estaba nublado o despejado era difícil.

Ashinlae miró a Wu Xi, estupefacto. Wu Xi permaneció en silencio durante un buen rato, muchas cosas pasaron por su mente en el lapso de un segundo. 

—¿Estás seguro? Aparte de sus visitas a ese templo, ¿hay alguna otra evidencia? —preguntó de una manera expresamente lenta y cauta.

Lú Yu asintió. 

—Después de eso, fuimos a investigar los antecedentes de Su Qingluan y descubrimos que su antiguo nombre era "Su Cu Er", y que era originaria de las provincias de Jiangsu y Zhejiang. Vivió en un lugar sencillo llamado aldea Su. Aunque no tiene otros parientes en su familia, se menciona que cuando era niña sus padres ayudaron a un taoísta de apellido Li —miró el aspecto sombrío de Wu Xi y agregó—. Tras escuchar la descripción del anciano, parece ser exactamente el mismo en la residencia de Helian Qi.

—Wu Xi, conoces a los chamanes negros mejor que yo —retomó Jing Qi—. Helian Qi ha mantenido inactivos a esas personas durante más de medio año y no se les ha permitido hacer nada. Teniendo que vivir los días que no son diferente a estar en prisión, ¿cómo podrían estar dispuestos?