Lord Séptimo (Priest)

Capítulo 12 - Invulnerable

Capítulo 12 – Invulnerable

Jing Qi había estado sumergido dentro de la residencia Nan Ning durante cinco años. A pesar de que sus dos orejas nunca dejaron de escuchar por la ventana los asuntos externos y a pesar de mostrarse carente de devoción para leer los textos de los sabios, este príncipe júnior ermitaño que recibía una inmensa cantidad de favor del emperador siempre había sido un misterio para los extraños.

Originalmente, era el tipo de persona que nunca conocía su lugar ni quería establecerse. Pasando por siete reencarnaciones con solo unos 40 años viviendo en el mundo humano, pasó los cientos de años restantes sentado ociosamente junto a la Piedra de las Tres Vidas; esa propensión suya terminó extinguiéndose. De lo contrario, si todavía hubiera abrazado la misma naturaleza de su primera vida, a pesar de que otros cometieron el error de que su cuerpo había sido tomado por un zorro hada, sería muy difícil aislarse en la Residencia Nan Ning Wang durante un período tan largo de tiempo.

Teniendo en cuenta que ya tenía quince años en ese momento, ya no contaba como un niño de poca edad y podía ir a la corte para escuchar. Como un adolescente huérfano, decir de vez en cuando algunas líneas que parecían algo más maduras para su edad no provocaba demasiada sorpresa en los demás, por lo que una vez que Helian Yi vino a buscarlo, le siguió la corriente.

Como era de esperar, Wu Xi no decepcionó en absoluto. Aprovechó cada oportunidad para devolverle el favor a Jing Qi: parecía que "no deberle nada a nadie" era el único reino que había estado persiguiendo persistentemente durante los últimos años. Jing Qi y Helian Yi aún no habían terminado el té en sus tazas, y escucharon a alguien anunciar la llegada del joven chamán de Nanjiang.

Helian Yi se acercó y tocó el hombro de la otra persona, riendo:

–Comparado con mi Segundo Hermano Imperial que siempre tiene que devanarse la cabeza para complacer a esa persona respetable, tu reputación parece ser mucho más superior.

La mano con la que Jing Qi sostenía la taza de té tembló un poco. Levantó ligeramente la mirada para mirar a He Lianyi; una vez que confirmó que el otro estaba bromeando y no insinuó nada más, su corazón finalmente pudo sentirse tranquilo. Se burló mentalmente de sí mismo por ser demasiado paranoico.

–Es solo un vecino de al lado –dijo casualmente–. Incluso con un perro que viene y araña su puerta todos los días, al menos debería abrir la puerta y tirar un bollo al vapor. Dado que Su Alteza el Príncipe Heredero está aquí, no iría tan lejos como para no darme ninguna cara ante mi invitación.

Helian Yi lo miró de reojo y dobló los dedos para golpearle la frente.

–¿Qué tontería es esta? –regañó animadamente mientras se arreglaba las solapas–. Ven, sígueme para encontrarme con este misterioso joven hechicero que es como un dragón al que se ve la cabeza pero no la cola (1).

En realidad, en el momento en que Wu Xi puso un pie afuera, se arrepintió de inmediato; desafortunadamente, ya había dado su respuesta a Ping An. En su opinión, el quién no importaba, si le había prometido algo, definitivamente tenía que cumplirlo. Por lo tanto, no tuvo más remedio que prepararse y traerse a Ashinlae y a otro guardaespaldas, Nuahar con él a la Residencia Nan Ning.

El Príncipe Nan Ning fue de hecho el primer príncipe de Da Qing que tenía un apellido diferente. Durante el tiempo en que el difunto emperador estaba sofocando la rebelión y pacificando a la nación, él y el abuelo de Jing Qi, Jing Rui, compartieron una profunda amistad de por vida. Después de que Jing Rui muriera por él, el difunto emperador se sintió conmovido por su lealtad, por lo que crio personalmente a Jing Lianyu hasta la adultez y le otorgó el título de príncipe. Jing Lianyu y Helian Pei habían crecido juntos desde la infancia, y además de ser del mismo tipo estrepitoso y errático, incluso eran confidentes bastante cercanos. Se rumoreaba que la princesa consorte con la que Jing Lianyu se casó ese año también había sido alguna vez la amada de Helian Pei.