Realmente habían pasado dos meses desde aquel último beso, desde aquellas últimas palabras y aquella ultima mirada.
Mientras las lágrimas recorrían por sus mejillas sollozó al recordar lo último que le había pronunciado.
-Te amo mucho.- Soltó ella aún sobre sus labios.
-Si cien veces naciera cien veces me enamoraría de ti. Te amo.- Le sonrió alejándose de ella.
-No te tardes.- Le pidió una vez lo vio en la puerta.
-Vendré por ti.- Soltó acercándose a sus labios. -Sabes que nunca te dejaría.- Y así se marchó.
Un sollozo se escapó de entre sus labios mientras sentada en el suelo olía una de sus camisas.
-¿Dónde estás?- Preguntó mientras continuaba llorando. -Vuelve a mi, por favor.-
Estuvo tanto tiempo sollozando que pasadas las horas quedó dormida en el suelo.
-¿Perrie?- Se escuchó una voz.
Ella sintió un cuerpo acostarse a su lado y poco a poco abrió sus ojos.
-¿Zayn?- Preguntó en un susurro.
Ambos se sentaron en el suelo viéndose fijamente. No pudo creerlo, pero aún así no paraba de sonreír.
-De verdad estás aquí.- Pronunció con una sonrisa. -¿Dónde estuviste?- Pero Zayn no contestaba. -Me hiciste muchísima falta mi amor.-
Una vez alzó su mano para tocar su mejilla aquella imagen de él se borró, fue así como se dio cuenta que todo había sido un sueño.
(.......)
-¿Cómo estás Perrie?- Preguntó Leyla una vez la vio entrar a la oficina de Zayn.
Todos los días le hacían la misma pregunta y ella sólo se limitaba a asentir.
-El arquitecto vendrá en la tarde a revisar el contrato contigo.-
-Gracias.- Sonrió débilmente mientras arreglaba las flores de la oficina.
-¿Necesitas algo más?-
-No.- Negó. -Gracias.- Leyla sonrió y salió de la oficina.
Mientras tanto Perrie se pasó la mayoría del tiempo arreglando la oficina de Zayn mientras esperaba por el arquitecto.
Una hora más tarde se escuchó en la oficina un silencio y luego personas reír. Perrie salió a ver que sucedía encontrándose con lo que ya pensaba que era un sueño.
Vio a Zayn abrazado de Liam y Gigi a su lado. Cerró sus ojos esperando a que la imagen de su amado se borrara, pero no fue así, él estaba ahí.
Zayn vio a Perrie y luego a Gigi quien le asintió con una sonrisa.
-¿Zayn?- Preguntó en un susurro. Le tocó la mejilla y esa vez no desapareció. Sonrió débilmente y las lágrimas bajaban sin esfuerzo alguno.
Sus ojos comenzaron a cerrarse y todos gritaron su nombre al verla casi caer. Las manos de Zayn atraparon su cuerpo y al instante la llevó a su oficina.
