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Sebastian seguía parado allí, Perrie lo miró y negó.
-No mi amor, estás confundido.-
-¿No es papá?- Preguntó desilusionado.
-No.- Negó y el asintió. -Ven con mami.- Estiró sus brazos y lo cargó. -Mira ellos son Zayn y Gigi.-
-Hola.- Dijo.
-Hola lindo.- Dijo Gigi abriendo sus manos para que el se fuera con ella. Sebastián sonrió y así lo hizo.
-Pasen por favor.-
-¿Cuantos años tiene?- Preguntó aquella voz estremeciéndola completamente.
-Dos.- Dijo.
-Es muy lindo.- Sonrió cargándolo.
Era idéntico a Perrie, pero sus facciones y gestos eran completamente de Zayn.
-Amiga, tengo tantas cosas que contarte.- Sonrió.
-¿Que sucedió?-
-¡Estoy embarazada!- Alzó su voz emocionada y Perrie sonrió falsamente.
-¡Que bien Gigi!- La abrazó y ella chilló de felicidad. -¿Cuánto tiempo tienes?-
-A penas dos meses.- Sonrió. -Necesito mucho de tu ayuda.- Pidió. -Quiero dar a luz aquí en Oxford.-
-¿De verdad? ¿Por qué?-
-Estás aquí y te necesito.-
Perrie sonrió tristemente y miró a Zayn quien con sus labios articuló un "yo también."
Quiso correr, besarlo, abrazarlo y decirle que Sebastián era su hijo, pero no podía.
-Cuenta conmigo.- Dicho esto le sonrió.
Continuaron toda la tarde hablando sobre algunas cosas y después se fueron a su casa.
-¿Cuando volverá papá?- Preguntó el pequeño.
-Por favor Sebas, deja de preguntarme por el.-
-Mami, yo quiero a mi papi.-
Perrie cerró sus ojos y pensó.
-El pronto volverá, ¿si?-
El niño asintió y luego de un cuento inventado por Perrie se quedó dormido.
Perrie fue a su habitación, buscó una pijama cómoda pero linda, se dio un baño y luego se la puso.
Pensó en su día: el regreso de Zayn, Gigi embarazada, Sebastián esperando por su padre y ella negándole esa oportunidad.
El timbre de su puerta la desconcertó, pero aún así fue a abrir. Miró por la ventana sorprendiéndose, caminó hacia la puerta y la abrió.
-¿Que haces aquí?-
-Vine a hablar contigo.- Dijo firme.
Un silencio incómodo se hizo presente y sintió la mirada insistente de Zayn.
-No me mires así. Por favor.- Pidió y el entró.
-¿Por qué? ¿Todavía sientes algo por mi?-
-No.- Se atrevió a decir y el cerró la puerta. -Es solo que no me gusta.-
-Antes no decías eso.- Se acercó a ella peligrosamente.
-Antes estaba ciega por ti, ahora..- Cortó al sentir su espalda tocar la pared, pues el la estaba arrinconando.
