Consejo de amor

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Si me toca esperarte, lo haré y no desvaneceré con las horas. Y aunque llegue alguien más si no te puedo hablar, es igual que estar sola. Sé que me costará ver que al final voy a ser yo quien termine herida. Pero debo entender que en las guerras de amor siempre hay balas perdidas.

Ella nunca pensó que esas serían sus últimas palabras para el. Se fue y nunca volvió.

Habían pasado cinco años desde aquella ultima vez en la que se vieron. Fue muy doloroso para ella ver aquellas noticias en donde salía con alguien más, al igual que aquellas entrevistas en las que el decía: "es el amor de mi vida, nunca había sentido esto que siento por ella."

-Perrie.- Habla Leigh.

-Perdón, ¿qué pasa?-

-Iremos a un club esta noche y no aceptamos un no por respuesta.- Perrie rió y asintió.

La noche calló rápidamente y luego de arreglarse junto con las chicas se fueron. El viaje no fue muy largo y su entrada no se hizo esperar.

Cuando por fin estaban dentro comenzaron a bailar, luego a tomar y después a reír sin control. Hacía mucho tiempo que no se divertían así.

De un momento a otro lo vio y sintió su cuerpo arder. Desde lo lejos ella podía sentir su mirada, pero decidió ignorar aquel sentimiento y dejarlo ir.

-No es nada.- Susurró y continuó bailando.

Media hora después se dirigió a la barra y pidió su trago favorito.

-Al fin nos conocemos.- Dijeron y ella volteó a ver de quien se trataba.

-Desgraciadamente.- Le sonrió hipócritamente a la chica que estaba a su lado.

-No me digas que a pesar de todos estos años aún lo amas. Por favor.-

Perrie se limitó a contestar. Cuando su trago fue entregado le dio un sorbo y luego habló.

-Solo espero que algún día ninguna mujer te lo quite, así como tú lo hiciste conmigo. No sabes lo que es perder a la persona que más amas en la vida. Es como si te enterraran viva.-

Sintió sus ojos arder, pero no permitió que ni una sola lágrima saliera de sus ojos.

Aquella chica, sin embargo se sintió un poco a penada. No se imaginaba una vida sin Zayn, ese era el efecto que él tenía en las mujeres.

Perrie caminó sin rumbo alguno chocando así con un pecho.

-Lo siento.- Pronunció. Al alzar la vista lo vio. -¡Louis!- Alzó un poco su voz y lo abrazó. -Por Dios, qué haces acá.-

-Ya sabes, los placeres de Nueva York.- Rió. -¿Y tú?-

-Gira.- Dijo sonriente. -Ven, vamos a bailar y así nos ponemos al día.-

Ambos comenzaron a bailar, a reír y a tomar. Uno que otro abrazo se dio y hasta acercamiento de rostros.

-¿No has sabido nada de él?-

-Está aquí.- Le dijo al oído. -Pero no lo he visto más.-

-¿Te ha visto?- Preguntó.

-No lo sé, pero prefiero no saberlo.-

Su baile continuó hasta que ambos se cansaron.

-Voy a tomar un poco de aire.- Dijo Perrie riéndose.

Louis insistió en acompañarla, pero ella le aseguró que volvería pronto.

Pasó entre tanta gente y después de un rato llegó afuera.

One Shots || Zerrie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora