Una vez más llegó tarde, como todas las noches.
-¿Donde estabas?- Preguntó su esposa enojada.
-Por favor Gigi no empieces.-
Comenzó a desvestirse para colocarse algo más cómodo.
-Siempre es lo mismo.- Soltó enojada sentándose en su gran cama. -¿Porque me engañas?-
-¿Porque supones eso?- Se acostó en su cama dándole la espalda.
-Por esto mismo. Hacen más de dos meses que no me tocas.-
-Deja el drama para otra ocasión, estoy muy cansado.-
Claro que estaba muy cansado, ¿como no estarlo luego de haber estado con su amante?
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Una cena de negocios le esperaba al moreno. Debía de ser acompañado por su esposa e hijo.
-No quiero ir ma.- Negó el adolescente por cuarta vez. -Me da flojera ir a esas cenas.-
-Tal vez vayan chicas.- Intentó de convencerlo. -Por favor Daniel, es un evento muy importante.-
-Mamá, ya tengo veinte años, me puedo quedar solo y estar..- Su padre lo interrumpió.
-Me importa un carajo si eres mayor, vas con nosotros y punto.-
Daniel molesto accedió y fue a cambiarse.
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-¿Serás nuestra socia entonces?- Preguntó su ex novio.
-Claro, ¿porque no?- Sonrió la rubia.
-Serás la primera mujer de negocios. Todas se han ido a los Estados Unidos.-
-Me alegra ser la primera en Reino Unido.- Sonrió dandole un último sorbo a su whiskey.
-Me encanta tu actitud.- Sonrió Luke. -Paso por ti esta noche.-
La rubia asintió y salió del lugar con un meneo de caderas exagerado provocando una sonrisa pícara por parte de Luke.
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En el local todo era elegante y sofisticado. Era un evento importancia.
Al llegar la familia Malik todos posaron su mirada. Pero luego no fue así, si no que toda la atencion fue dirigida a Luke Pasqualino y su hermosa acompañante.
El moreno al ver de quién se trataba frunció inmediatamente su ceño.
-Tenías razón mamá al decir que vendrían chicas hermosas.-
Su madre sonrió pero su padre al oír el comentario se cabreó aún más.
-¡Cállate Daniel!- Salió hecho una furia del lugar.
-¿Que le pasa?- Preguntó Daniel.
Su madre negó. Algo raro estaba pasando.
