Zayn comenzó a reír a carcajadas, pero al ver que Perrie continuaba seria dejó de hacerlo.
-No sabes mentir Perrie.- Negó. -Hace una semana me dijiste que nunca te habías enamorado, ¿a quien quieres engañar?- Preguntó cruzándose de brazos.
-Para casarse no se necesita estar enamorado, ¿o si?- Le sonrió. -Tu eres el vivo ejemplo.-
Intentó irse, pero Zayn volvió a impedírselo.
-¿Por qué lo haces?- Preguntó cruzándose de brazos.
-Porque me cansé de ser tu puta.- Dijo mirándolo a los ojos. -Porque merezco más que esto.- Se señaló a si misma y luego a él. -Y porque Javadd necesita una familia.-
-Nadie ocupará mi lugar.- Negó. -Ningún idiota vendrá a intentar ser su papá, es mi hijo y tu...- Perrie alzó su mirada y él también.
-¿Y yo que?- Preguntó.
Zayn lo pensó y miró hacia otro lado.
-Puedes hacer lo que quieras, pero mi hijo no convivirá con ese imbécil, me opongo.-
-¿De verdad es solo eso?- Preguntó.
-¿Qué más?- Poco a poco comenzaban a acercarse y en ese momento la puerta fue tocada.
-¿Quién?- Preguntó alejándose de Zayn.
-Sofía, ¿podría hablar con usted?-
Perrie corrió sus ojos y abrió su puerta.
-¿Zayn? ¿Qué haces aquí bebé?-
-Vine a disculparme por lo que sucedió con mi padre. ¿Tú a que vienes?- Preguntó mirándola.
-Vine a pedirle disculpas.- Dijo dirigiendo su mirada a Perrie. -No fue mi intención lo que sucedió hace rato.-
-No te preocupes.- Dijo Perrie sentándose.
Colocó sus codos en el escritorio y sonrió.
-La realidad es que me encantaría trabajar aquí, pero no a la fuerza.-
Perrie miró a Zayn y luego suspiró. Dirigió su mirada a Sofía y sonrió.
-Terry te adora.- Dijo. -Creo que podrías trabajar con él, así como en la pasarela pasada. ¿Te parece bien?-
-¿De verdad?- Preguntó sonriendo.
-Claro, mañana pasa por su oficina. Hoy no está.-
-Muchas gracias.- Estiró su mano y Perrie la tomó. -¿Nos vamos?-
Zayn asintió.
-Gracias.- Dijo y Perrie asintió.
En eso Perrie tomó su celular y escribió.
Necesito una noche de copas!!
Hoy a las 8
(.......)
-Ya sabes Madison, a las diez su leche. Ya la dejé en el refrigerador.- Sonrió. -Gracias por cuidarlos hoy, prometo que será sólo esta vez.-
-Lo mereces.- Sonrió. -Has estado al pendiente de ellos en todo este año.-
-Gracias.- Sonrió.
-Por cierto, luces hermosa.- Guiñó un ojo.
Perrie rió y salió de la casa.
Desactivó la alarma de su coche, abrió la puerta, se quitó la chaqueta y la ingresó a su auto.
-¿A dónde vas?- Preguntaron a sus espaldas.