-Hablé con Alex.- Fue lo primero que dijo una vez se sentaron en el banco del parque.
Zayn se acomodó y la miró a los ojos.
-Por tú cara supongo que no te fue nada bien.-
Perrie suspiró fuertemente y mordiéndose el labio habló.
-No esperaba a que lo tomara bien.- Negó. -Lo engañé con mi ex y a parte de eso le hice creer que nuestro bebé era suyo.-
Zayn estudió su rostro y asintió.
-No debiste mentirnos, tampoco mentirle a la gente.-
-Lo sé.- Asintió mirando a Khai quien estaba en el regazo de Zayn. -Prometo arreglar todo esto.- Alzó su mirada encontrándose con la de Zayn. -Perdóname Zayn.-
-No tengo nada que perdonarte Perrie.- Negó con una sonrisa débil. -Creo que después de todo... yo en tú lugar hubiera hecho lo mismo.-
-De todos modos herí a todos sin haberlo querido.-
(.......)
Bastaron sólo dos semanas para que el mundo supiera la verdad acerca de Zayn, Perrie y su nuevo bebé.
En esas semanas Zayn no paró de visitarla y mucho menos de acompañarla a sus citas en el ginecólogo. Evidentemente cada vez que salían juntos algún paparazzi los seguía para conseguir aquellas fotos que el público y la prensa querían ver.
Zayn, quien se encontraba en el baño de la habitación de Perrie suspiró al escucharla sollozar por quinta vez en la tarde. Se acercó sigilosamente a la puerta para abrirla delicadamente. Al hacerlo vio a Perrie con un álbum de fotos y aquella cadena oro donde estaba la fecha de su noviazgo con Alex en su mano.
-¿Todo bien?- Preguntó saliendo del baño. Perrie al instante cerró el álbum y limpió sus lágrimas. -¿Lo extrañas no?- Preguntó sentándose a su lado.
-No.- Pronunció sin mirarlo.
-Se cuando me mientes Perrie.- Soltó junto a un suspiro. -Puedes confiar en mi.- Pronunció seguro.
-¿No sería raro para ti?- Preguntó con cierta duda.
-Somos amigos también, ¿no?-
Perrie asintió y suspiró.
-Lo extraño muchísimo.- Confesó viéndolo a los ojos. -Lo amo.-
Zayn asintió mirando hacia la cama.
-¿Por qué no vas a buscarlo?- Perrie frunció el ceño.
-¿Eso es lo que quieres que haga?-
-No soy quien para decirte que hacer.- Negó. -Pero si tanto lo amas deberías luchar, ¿no?-
-El nunca me va a perdonar.-
-Nunca digas nunca.- Le sonrió. -Piénsalo, tal vez si haya una posibilidad.- Una vez dicho eso besó su frente y salió de la habitación.
En ese momento tomó su celular y marcó a su mejor amigo.
-Hey.- Soltó al escuchar el saludo de su amigo el rubio. -¿Podríamos vernos?-