Zayn sonrió con enojo y guardó su pistola. Perrie al ver su movimiento también lo hizo.
-Lárgate.- Soltó Perrie una vez el se volteó. -Déjame en paz.-
-No solo te bastó tener un hijo con mi mejor amigo, si no que también te comportas aquí como una...- Antes de que pudiera terminar su oración Perrie cargó su pistola y lo apuntó.
Algunos al darse cuenta comenzaron a correr y otros se quedaron para ver el espectáculo.
-¿Como una que?- Preguntó apuntándolo. -Vamos, termina la oración, que en cuanto lo hagas puede que una bala llegue a tu cabeza.-
Zayn la miró y no pudo evitar morderse el labio al verla así. La encontró sexy y le gustaba esa Perrie dominante.
-¿Ya no piensas insultarme más?- Preguntó.
En un momento de debilidad Zayn la tomó del brazo y la hizo girar. La colocó de espaldas a él y colocó la pistola de la rubia en la cien de ella.
-Para esto se necesitan años amor.- Soltó en su oreja. -Eso si, no puedo negar que me he puesto caliente.-
Perrie cerró sus ojos.
-Zayn por favor suéltame, me estás lastimando.- Se quejó y Zayn lo pensó. -Por favor.- Volvió a pedir y Zayn sin pensarlo mucho la soltó.
Ella se dio la vuelta y se acercó a él peligrosamente.
Zayn bajó su cabeza y ella unió su frente con la suya.
-No sabes cuánto te odio Zayn.- Soltó casi en un susurro.
Acercó sus labios a los de él y cuánto logró su objetivo se alejó.
-Tienes razón.- Sonrió y Zayn abrió sus ojos. -Para esto se necesitaban años.-
Zayn al verla con su pistola rió, había jugado perfectamente bien.
-Ya no soy la Perrie de antes, así que antes de meterte conmigo piénsalo dos veces.- Intentó irse, pero Zayn la tomó del brazo y atrayéndola hacia él la colocó sobre su hombro. -¡Bájame!- Gritó, pero no le hizo caso.
Zayn colocó su mano en el trasero de Perrie para que así no se le vieran las bragas.
-Saca tu maldita mano de ahí.-
-Ya cállate.- Dijo enojado y la subió a su auto.
Piso el acelerador y en veinte minutos habían llegado a uno de los lugares de Zayn.
-Bájate.- Ordenó.
Perrie frunció el ceño, pero aún así lo hizo.
-¿Qué carajos hacemos aquí?- Preguntó. -No se que estás haciendo o que pretendes hacer, pero no me interesa. Por favor llévame a mi casa.-
-Hay cosas que no sabes.- Dijo viéndola a los ojos.
-Y que tampoco me interesan saber.- Culminó. -En cuánto tú cruzaste aquella puerta te di por muerto.- Soltó fuerte. -Así que el que ahora vengas a decirme esto no tiene ningún efecto en mi.-
-No quería que estuvieras envuelta en esta vida Perrie.-
-No era decisión tuya.- Le recordó. -De todos modos te fuiste y aquí estamos, los próximos líderes.- Le sonrió. -Tengo mi pistola, tengo mis negocios y tengo clientes. ¿Qué más?- Preguntó.
-¿Y tú hijo que? ¿No piensas en él?-
-Pienso en él a cada instante y por él es que estoy haciendo todo esto.- Soltó. -Pudimos haber tenido una vida distinta.- Le recordó. -Pero me dejaste, te fuiste de mi vida. Ahora no vengas aquí a hacerme cambiar de opinión porque no lo vas a conseguir.-