El tiempo de vacaciones había llegado al fin. Yamaguchi y yo estábamos juntos como de costumbre.
Ambos sentados en una banca de aquél parque bajo el sol, con ligeras capas de sudor cubriendo nuestros rostros y cuellos; ambos teníamos paletas heladas en nuestras manos que cada vez se iban manchando más y más por el derretir de éstas.Yamaguchi se levantó dando un salto para después pararse frente a mi sonriendo felizmente.
No lo entendía, Yamaguchi era alegre pero me sorprendía el que fuese así tan derrepente en un momento tan silencioso.De un momento a otro, Yamaguchi inhaló una gran cantidad de aire para después entre abrir su boca y soltar un grito.
–¡Aah!.–Gritó sin más.–
Me sorprendí tanto que di un pequeño brinco sobre mí mismo y suspiré.
El peliverde estaba más enérgico de lo usual, aquello me daba una cierta alegría.–¿Qué?.–Pregunté alzando ambas cejas.–
–Nada, es solo que quería sorprenderte. Lo siento, Tsukki.–
Yamaguchi sonrió, y yo solo pude suspirar dejando una fugaz risita en aquél suspiro.
Rodé los ojos y me levanté quedando aún frente a mi amigo.–Cállate. Hace calor, así que deberíamos irnos.–Dije mirando desde arriba a Yamaguchi.–
Él solo asintió y, cuando comencé a caminar, solo siguió mis pasos con torpeza y rapidez.
Yamaguchi seguía con aquella tonta sonrisa contagiosa, tanto que, al verlo nuevamente no pude evitar sonreír.
Seguí caminando con él a mi lado, lo que era costumbre. Su compañía era agradable.–Tu sonrisa es...–
‹Tierna, pareces un bebé› Pensé aquello dejando la frase anterior incompleta.
Yamaguchi me miró con curiosidad y yo solo seguí el camino, ¿hacia dónde?, ni yo lo sabía con certeza, solo, estaba caminando.Mi amigo suspiró sin deshacerse de su sonrisa, al contrario, ésta se había hecho más grande.
Él probablemente sabía lo que yo pensaba, pues se alegró bastante.
Era... curioso.
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Lo siento, pero no te amo. ‹TsukiYama›
Romance¿Una historia de amor o desamor?, quizás ninguna de las dos. [En edición y corrección]