Capitulo 3

762 130 6
                                    

Mew hizo que Gulf cayera en un sueño profundo y lo llevo a su castillo que se encontraba en los confines de la tierra. Al llegar ahí fue directamente a su habitación donde dejó delicadamente al ángel en la cama y disfruto ver cómo el menor dormía, era un ángel bellísimo sus labios un poco abiertos, sus párpados cerrados y sus largas y bellas pestañas descansando debajo de sus ojos. Era el ángel más hermoso de todos según Mew y si lo era. Gulf era considerado el ángel más bello de todo el reino de los cielos.




Al cabo de dos horas el ángel despertaba de su profundo sueño, la cama era bastante cómoda más comoda que la suya, se sentía como si estuviera acostado en una nube y quería seguir durmiendo, pero al sentir una presencia algo negativa de sentó de golpe en la cama viendo todo a su alrededor, viendo cómo la habitación era toda oscura y negra y no había nada de color y lo único que lo iluminaba era la luz de la luna, recorrió toda la habitación con sus ojos hasta que pararon en una silueta en uno de las esquinas de aquella habitación.




El demonio solo observo como el menor despertó y se sentó en la cama, cuando los ojos de el menor y los de el se encontraron sintió una especie de corriente eléctrica recorrer su espalda.




-Hola- dijo Mew intentando no asustar al menor.


-¿Qui-quien er-eres?- pregunto el pequeño ángel muy asustado.


-Yo soy tu dueño- dijo el mayor saliendo de aquella oscura esquina caminando con paso seguro hacía el menor.


Gulf no podía distinguir bien al mayor pero su voz se le hacía conocida, lo pudo ver bien hasta que el mayor llego al frente de la cama.



-Re-rey Mew, ¿Es us-usted?- dijo muy nervioso no entendía que hacía con el ahi, quizá a ambos los habían secuestrado y por eso estaban ahí en una misma habitación.



Mew al ver qué el menor no recordaba nada decidió hablar pero debía tener cuidado ya que no quería que el pequeño ángel se asustara.


-Si soy yo y no es necesario que me digas rey- dijo dándole una pequeña pero sincera y linda sonrisa para que el menor se calmara un poco.


-¿Y que es-esta-ta-estamos haciendo aquí los d-dos?- trago saliva no quería saber la respuesta pero la curiosidad lo estaba comiendo vivo.



-Veras pequeño, este es mí castillo y este lugar- dijo refiriéndose a la habitación.-Es mí habitación- dijo intentando calmarse ya que no sabía cómo le diría al menor que lo había secuestrado y que lo quería solo para el.


-¿Por q-qué es-estoy yo aquí?- pregunto el pequeño cada vez más nervioso.

Mew no sabía cómo decirlo así que sin pensarlo mucho hablo.



-Yo te secuestre- dijo desviando la mirada de la del menor.



-¿Pero por qué?, Yo no pertenezco aqui- dijo el menor empezando a llorar. Cosa que le partió el corazón a Mew no quería ver esos hermosos ojos llorar no le gustaba, ese hermoso chico había sido su luz en la oscuridad.



-Porque te amo- solto de pronto el mayor, arrepintiendose de sus palabras. No era que no las quería mencionar si no que más bien no quería decirlo tan pronto.



-Pero tu nisiquiera me conoces, no puedes enamorarte de mí tan rápido- dijo el menor lo cual era cierto ya que ninguno de los dos se conocía o almenos eso creía el menor.




-En eso te equivocas pequeño, te conozco más de lo que crees- dijo el demonio, pues era cierto Mew había investigado sobre el chico que lo traia mal, quería cortejarlo no sabía cómo pero haría el intento.





-¿Que tanto sabes de mí?- pregunto el azafache.



-Lo se todo- el ángel le hizo una seña para que siguiera.- Tu nombre es Gulf Kanawut, hijo de los reyes Zee y Saint Kanawut, tienes veinte años, te gusta mucho la naturaleza, odias estar encerrado en tu habitación, también te gusta mucho la comida y amas a los animales en especial a los gatos. ¿Quieres que siga?-pregunto, dejando a un Gulf con la boca abierta como podía ser que el demonio supiera todo eso.



-No así está bien- dijo saliendo de su trance, se detuvo un momento a estudiar la mirada de Suppasit, a diferencia de su sueño Mew tenía los ojos rojos que lo hacían ver cómo el demonio que era.-Y ¿Que es lo que exactamente quieres de mí?- pregunto el azafache viendo detenidamente la expresión de Mew.


-Te quiero a ti- dijo bastante seguro de sus palabras.- Si a ti, no solo en cuerpo también en alma- dijo viendo cómo el menor fruncía el seño.


-Pues lo siento pero eso no pasara- dijo el menor de forma fría.


-¿Y por qué no?- dijo el mayor con algo de tristeza en su voz cosa que Gulf no noto.




-Pues porque es contra las reglas- Y era cierto que un ángel y un demonio permanecieran juntos era algo malo que ambos reinos no aceptaban.



-Yo tu crees que a mí me importa las putas reglas, soy el rey y dios del inframundo y puedo hacer y deshacer lo que yo quiera- dijo el mayor aunque sabía que su poder solo lo tenía en su reino.


-Tal vez en tu reino pero en el reino de los cielos no tienes ningún poder- Mew se quedó callado ante esa palabras porque era cierto no podía cambiar las reglas en el cielo pero ya que se encontraban ambos en su reino Mew haría todo lo posible para que Gulf se enamorara de el.




-Pues te diré algo pequeño, estamos en mí reino, mí maldito territorio y aquí se hace lo que yo diga, y haré todo lo posible para que tu te enamores de mí pequeño- dijo para luego retirarse de la habitación dejando a un Gulf muy asustado.


Gulf luego de escuchar esas palabras empezó a llorar más fuerte haciendo que su linda cara terminará toda mojada, lloro toda la noche y no se dio cuenta a qué hora volvió a caer dormido.












Bueno traigo el tercer capítulo de está linda historia disfruten los quiero a todos y a todas.

El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora