Mew Suppasit, rey y dios del inframundo se enamoró de Gulf Kanawut un bellísimo ángel hijo del rey Zee y rey de los cielo.
Mew secuestra a Gulf y poco a poco el Ángel estará sintiendo cosas por el pero su padre se entera e intenta separarlos.
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Una declaración, Mew se había vuelto a declarar ante Gulf con la promesa de que está vez nada ni nadie los iba a separar, ambos estaban bajo un árbol disfrutando del cantar de los pájaros y la brisa que el árbol les brindaba.
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Gulf estaba sobre el pecho de su mayor sintiendo como latía el corazón de su amado y sonriendo ante las caricias en su cabello, estaba tan feliz.
-Mi niño.- Llamo el mayor a su tierno novio.
-Dime Mew.- Contesto en tono meloso.
-Desde que nací nunca había sido tan feliz.- Comenzó diciéndo y tomo el mentón del menor y besar su nariz y mirarlo con amor. - Hasta que llegaste tu empecé a saber lo que era vivir y saber que eras todo lo que necesitaba en mi vida, tu viniste a llenarla de colores y te agradezco por eso.- El demonio beso suavemente lo labios de su bello ángel, ese beso representaba el amor que ambos se tenían, juntaron sus narices y cerraron los ojos.
-Me encanta todo esto, es bellísimo Mew.- Dijo el ángel para besar suavemente la mejilla de su amado.
Mew iba a decir algo cuando de pronto sintió como una oleada de calor recorría todo su cuerpo.
Era hoy.
Era la noche de Luna llena.
Gulf al ver cómo el mayor comenzaba a moverse se puso nervioso, no sabía que le estaba pasando a su amado.
-Mew ¿qué tienes?.- Pregunto el pequeño al ver cómo el demonio cerraba los ojos y al abrirlos estaban rojos como la sangre y lo veían hambriento de su cuerpo.
-Mi ángel.- Dijo el demonio para tocar la suave y morena piel de su amado y luego ponerlo debajo de el para acariciar su bello rostro. - Siempre tan hermoso como un atardecer, mi hermoso ángel, no sabes cuánto quiero tomarte ahora y hacerte mío y así no te vallas de mi lado otra vez.- Dijo con voz profunda para lamer la mejilla de su ángel quien se estremeció ante el toque.
-Mew, este no eres tú.- Dijo algo nervioso, más no estaba asustado porque sabía que Mew nunca lo iba a lastimar.
Mew solo lo miro y se escondió en su cuello para aspirar su delicioso aroma y luego abrazarlo fuertemente y de manera posesiva.
-No mi ángel, soy su demonio interno, yo fui a quien tú conociste hace mucho, he despertado para reunirme contigo mi amor, y poder sellar la promesa que te hice hace mucho, y por eso hoy en la noche de Luna llena, he vuelto para tomarte como mío de nuevo y así que nadie nos vuelva a molestar de nuevo, déjame tomarte para sellar nuestro amor y así estemos juntos por toda la eternidad. - Dijo para repartir pequeño besos por todo el cuello de Gulf quien se estremeció al sentir el toque de los labios de su demonio.
-Tomame demonio, no dejes que nada ni nadie vuelva a separarnos otra vez.- Dijo y así el demonio sonrió en grande para luego chasquear los dedos y aparecer en la habitación donde ahora ambos dormían juntos.
