Un lobo alimentaba a sus pequeños cachorros mientras su amado vigilaba constantemente los alrededores para ver si no había nadie que se acercara a su humilde hogar.
Habían hecho su pequeño hogar en lo más profundo del bosque para que nadie los molestará, sus pequeños cachorros corrían por alrededor de la casa siendo perseguidos por su padre demonio mientras el ángel permanecía descansando ya que los pequeños se llevaban todas sus fuerzas cuando los alimentaba, esos pequeños comían demasiado.
En un día normal como cualquier otro, Kanawut estaba alimentando a su pequeño cuando de pronto escucho con la puerta de la entrada fue tirada.
De ella entraron varios guardias del cielo tanto como del infierno a querer sacarlos a todos y Kanawut no dejaría que nada malo le pasará a sus hijos, prefería morir el antes que sus hijos.
Suppasit quien al ver cómo su amado peleaba contra los guardias no lo pensó dos veces cuando dió un aullido de alerta para que se alejaran de su familia, usaría su poder si era posible.
Los guardias se asustaron al ver a la gran lobo negro con sus ojos completamente rojos inyectados en rabia, no dejaría que nadie tocará a su amado y mucho menos a sus cachorros.
La pelea duro dos horas mínimo, el demonio estaba cansado pero había derrotado a todos los guardias y volvió a su forma original para dirigirse a su amado que protegía a sus pequeños.
-Ya tranquilos mis amores, ya pasó no se preocupen- dijo abrazando a sus tres amores.
-Amor tengo miedo, ¿Y si vuelven?- los ojos del ángel mostraban miedo no por el si no por sus pequeños que aún no sabían defenderse y solo eran unos bebés.
-No amor, todo estará bien, yo los protegeré- dijo el demonio besando la frente de su amado para luego tomar en brazos a sus pequeños.-Pero debemos irnos ahora, no es seguro que estemos aquí.- dijo tomando la mano de su amado el cuál la tomo sin decir nada.
La pequeña familia salió de aquella cabaña para ir a buscar un lugar un poco más seguro en donde quedarse.
-Escucha amor, irás subido en mí lomo es para llegar más rápido ¿Está bien?- el ángel asintió ante las palabras del mayor.
El demonio tono su forma lobuna y bajo un poco para que su ángel y bebés subieran a su lomo. Cuando eso paso el gran lobo negro comenzó a caminar tranquilamente por el sendero del bosque mientras su ángel disfrutaba de la bella vista del bosque.
El demonio sintió un aroma que no le gustó para nada y eso hizo que se tensara uN poco.
-Amor ¿Que pasa?- el ángel sintió como su amado se tenso y se preocupo por eso.
-"Cariño sujetarte bien y sujeta bien a nuestros cachorros, debemos salir de aquí lo más rápido posible"- Dijo el demonio telepáticamente comunicándose con su ángel.
El ángel al escuchar eso se asustó, si tendría que arrancar cabezas lo haría pero no dejaría que nada malo le pasará a sus bebés.
El gran lobo negro comenzó a correr por todo el bosque, esquivando exitosamente las flechas que eran lanzadas en el aire.
Al llegar a un punto sin escapatoria, no le quedó de otra que ocultarse entre unas rocas e intentar que ninguno de sus bebés hiciera algún ruido que los delatara.
Volvió a su forma original y abrazo fuertemente a su familia.
-Escucha amor, si algo me llega a pasar quiero que sigas tu vida con nuestros bebés- dijo viendolo a los ojos.
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El Ángel y el Demonio
RomanceMew Suppasit, rey y dios del inframundo se enamoró de Gulf Kanawut un bellísimo ángel hijo del rey Zee y rey de los cielo. Mew secuestra a Gulf y poco a poco el Ángel estará sintiendo cosas por el pero su padre se entera e intenta separarlos. No ad...