Capitulo 16

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Con un beso comenzó una historia nunca antes contada, la historia de como dos seres celestiales se enamoraron, pero está no es una historia con un final feliz o almenos no para nuestros protagonistas.






Nadie sabía que ese beso haría que el demonio cayera rendido a los pies del pequeño ángel y como culparlo. El rey Kanawut estaba dotado de mucha belleza que no cualquiera tenía, su cara, sus ojos, sus labios, su piel acaramelada, todo en el era simplemente perfecto y el demonio había caído enamorado desde el momento en que lo vio.


Suppasit llevo al ángel aún dormido a su castillo en el inframundo, a los demonios se les conocía por ser muy territoriales y muy posesivos, Suppasit no era la excepción y ser el rey de los demonios lo hacía aún más posesivo.



El pequeño ángel despertó en una habitación grande donde lo único que había era una cama grande y muy cómoda.


Suppasit quien lo había estado viendo dormir desde que llegaron, no pudo evitar acercarse con un poco de temor cosa que jamás había sentido en su vida, se acercó poco a poco a la cama y se sentó en la orilla de esta dónde cruzo mirada con el ángel quien no se sentía nada asustado, se sentía protegido.





-Hola, ¿Quien eres tú?- el primero en hablar fue el ángel.



Suppasit no tenía ni idea de que decir, ¿Debía decir su nombre?, ¿Debía decir quién era en realidad?, No sabía que hacer su cabeza era un remolino de pensamientos.


-H~hola- aclaro un poco su garganta.-Yo soy el rey Suppasit, y estás en el inframundo.-Bueno, hizo un intento al hablar aunque luego se arrepintió un poco por la reacción del ángel que saltó de la cama intentando buscar algo.

-¿Do~Donde está?- pregunto el ángel asustado, pasando su vista por todo el lugar.



-¿Donde está que?- dijo el demonio imitando la acción del ángel de levantarse de la cama.


-¿Donde está mí collar?- dijo tocando su cuello.


El demonio rápidamente entendió a que se refería, los demonios amaban todo lo que brillará y se viera lindo, así que el demonio al ver el bello collar color esmeralda que guindaba del cuello del menor, no lo pensó dos veces cuando se lo quito para quedarcelo pero al ver la cara de preocupación del pequeño supo que lo mejor era devolvérselo.


-¿Es este tu collar, pequeño?- dijo el demonio con fingida confusión al ver el collar.

-Si es ese- sonrió un poco.-¿Cómo lo encontraste?- pregunto tomando su collar.


-Am pues, se te cayo cuando estabas peleando con otros demonios- dijo intentando sonar sincero.


-Oh que bueno que lo encontraste tú- dijo dándole una sonrisa.

-Am y ¿Cuál es tu nombre?- pregunto rascando su nuca ya que estaba nervioso.




-Oh soy Kanawut, yo soy el rey del Cielo, es un gusto rey Suppasit.- dijo extendiendo su mano esperando a que el demonio la tocará.



-El gusto es todo mío, rey Kanawut.- dijo haciendo una reverencia y tomando la mano del ángel para dejar un pequeño beso en el dorso.

El ángel se sonrojo por eso ya que nadie jamás había hecho eso, y nadie jamás había tocado al rey de los demonios hasta el día de hoy.





Y con ese pequeño pero significativo acto, ambos corazones se unieron ese día sin darse cuenta.





El tiempo pasaba y con esto, los dos seres celestiales se fueron enamorando poco a poco. Hasta el punto de entregarse en cuerpo y alma.

-Boo, te tengo una gran noticia.- dijo el ángel lazandose a los brazos de su amado.


-Oh Bii, no te tires así, puede ser malo para ti-Dijo sosteniendo a su ángel en sus brazos.-Dime ¿que es?.-

-Bueno, yo e~estoy em~embarazado.- dijo al soltarse del demonio y jugar con sus dedos.

El demonio se quedó procesando esa información, sorprendido no se esperaba eso pero cuando el menor iba a hablar su amado lo tomo en brazos y le dio vueltas mientras sonreía.

-Amor, está es la mejor noticia del mundo- dijo el demonio mientras bajaba a su ángel y lo besaba castamente en los labios.

-¿No estás enojado?- pregunto el ángel sorprendido.

-No amor, es la mejor noticia de todas- dijo abrazando a su amado.


Por más feliz que estés, siempre debe aver algo o alguien que te haga daño.






Los meses había pasado y el ángel había dado a luz a dos hermosos bebés saludables. Uno de ellos tenía su cabello azafache y el otro tenía su cabello castaño, como el de su padre demonio.


En una cabaña yacia un lobo alimentando a sus pequeños, ya que solo podía alimentarlos en su forma lobuna.




Mientras el lobo negro estaba vigilando que nadie se acercara a su familia.


















Bien dos cosas.

Uno, una disculpa por no aver actualizado antes es que no estaba bien de salud y tampoco llegaba mí inspiración.



Dos, por favor alisten sus pañuelos porque los van a necesitar.




Otra cosa, tal vez suba el otro capítulo en un rato o mañana, aver si tengo tiempo.

El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora