Capitulo 22

424 54 8
                                    

Ambos amantes estaban desayunando tranquilamente mientras conversaban de cosas triviales hasta que a Mew se le cruzó una idea por la cabeza.

-Hermoso, ¿Quieres ir a dar un paseo a caballo?.- Dijo el demonio con una hermosa sonrisa haciendo relucir sus dientes blancos.

Gulf se le quedó viendo bobamente hasta que Mew borró su sonrisa y lo miro preocupado.

-Cariño ¿Estás bien?.- Pregunto pasando su mano frente al rostro del menor quien rápidamente sacudió su cabeza.

-Oh si, si estoy bien es que tú sonrisa es hermosa.- Dijo sonrojado mientras bajaba la cabeza.

Mew se acercó a su chico y lo abrazo.

-Mi bello angel, no te pongas tímido al decirme algo, no me enojare contigo por lo que dices.- Suavemente levanto el mentón del angel y dejo un besito en su nariz.- Y gracias por tu halago pero no comparto tu opinión cariño.

Gulf frunció el ceño y estaba a punto de protestar cuando Mew hablo.

-No comparto tu opinión porque si de sonrisas hermosas hablamos, hay una bello y delicado angel que se lleva el premio.- Dijo sacándole una pequeña risita al menor.

-A mí me gusta más tu sonrisa, es muy linda y te hace ver muy tierno.- Dijo el menor picando la mejilla del demonio quien lentamente se acercó a su rostro.

-Tal vez tu sonrisa es linda pero a mí me gustas más tu.- Mew rozaba sus labios con los del menor y Gulf no aguanto más y ambos se fundieron en un beso sin ser rápido pero muy apasionado ya que en ese pequeño choque de labios ambos demostraban todo lo que sentían por el otro.

Ambos se separaron sintiendo como sus corazones latían en una sintonía perfecta como si fueran uno solo.

-Mew, quiero ir al jardín de girasoles.- Dijo el menor mientras hacía un pequeño puchero.

-Claro pequeño, pero está vez daremos un paseo a caballo, ¿Te parece bien?.- A Gulf le brillaron sus ojitos como un niño pequeño, Mew no pudo evitar apretar sus mejillas al ver lo tierno que era su querubín.

-Si, si quiero, me gustan mucho los caballos.- Dijo emocionado mientras se levantaba de la silla y abrazaba al mayor.

Mew no rechazo el abrazo y sintió su aroma que tanta paz le transmitía.

-Esta bien mi ángel, pediré que preparen los caballos y algo de comer y ambos iremos a pasar un lindo día juntos.- Soltó al menor para que fuera a cambiarse de ropa.

-¿Es una cita?.- Pregunto el niño emocionado.

-Lo es, si tú quieres que lo sea entonces lo será.- Sonrió al ver cómo el pequeño iba dando saltitos y saliendo de la cocina.

-Vaya, si que es muy especial para ti ese ángel.- Dijo una voz detrás de él y rápidamente Mew se puso en modo de defensa para voltear lentamente y encontrarse con su único y mejor amigo.

-Fort ¿Dónde estabas idiota?.- Dijo Mew tranquilizando su corazón y acercándose al menor.

Fort y Mew había sido mejores amigos desde hace mucho, aunque Fort fuera menor que el siempre supieron cómo entenderse, lastimosamente ambos perdieron contacto cuando Fort se fue del inframundo para ir a una importante misión y lo último que había escuchado de él fue que contrajo matrimonio con un ser mitad mortal y mitad demonio.

-Hola Mew yo también te extrañe.- Dijo de forma sarcástica para luego soltar una suave risa.

-Ya no te hagas, ¿Que haces aquí?.- Pregunto un tanto molesto.

-Pues vine a visitarte y también a averiguar que es lo que te tiene tan feliz últimamente.- Dijo sonriendo apuntando hacia la puerta de la cocina.- Ese angel ha sabido controlarte muy bien.- Dijo en tono de broma.

El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora