Capítulo 25

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Los días fueron pasando y la pareja cada vez iba fortaleciendo su amor pero no todo es color de rosas.

Zee estaba preparando a si ejército para invadir el inframundo, tenía básicamente todo listo pero solo necesitaba distraer a su presa para invadir su reino y derrotarlo y eso es lo que iba a hacer.

–¿Estas seguro de lo que harás? Nos pondrás en peligro a todos hasta a ti mismo. – Nunew uno de los guardias le comentaba a Zee el cual solo sonrió maliciosamente.

–No importa cuantos caigan, ese reino será mio y ese demonio va a caer.– Dijo mientras se acercaba al ángel que estaba parado frente a él y tomó su barbilla con algo de fuerza. –No te metas en mis asuntos y solo has caso a lo que te digo y todo estará bien.–

El guerrero asintió temeroso.  Zee se acerco un poco más al pequeño ángel que temblaba en sus brazos y deposito un suave beso en la comisura de sus labios.

–Ahora quiero que vayas a prepararte cariño, esto está por comenzar.– Una risa malvada se escucho en toda la habitación qué era la oficina personal de Zee.– Lleva la carta ahora mismo y lo demás déjamelo a mi.– Ordenó para luego decirle al chico que saliera y se diera prisa.

Nunew salió disparado de la oficina, y rápido extendió sus alas y voló hacia el inframundo, además de ser un gran guerrero era el mensajero del cielo. No le gustaba para nada lo que él rey estaba haciendo pero no podía oponerse ante él ya que posiblemente sería desterrado y no quería eso.

Llego a la entrada del inframundo donde habían dos guardias que eran el doble de su tamaño en todo sentido. Los guardias lo miraron expectantes esperando a que hablara.

–Señores, buenas tardes, el rey de los cielos me ha enviado a entregar una carta para el señor del inframundo, solicito permiso para hacerle entrega yo mismo por favor.– Ambos guardias se vieron para luego asentir levemente al chico.

–Bien, pero entraras acompañado.– Y con eso las puertas del lugar se abrieron, esto había sido más fácil de lo que había pensado.– Sígueme y no toques nada.– “Como si quisiera hacerlo" pensó el ángel que veía a su alrededor impresionado, bueno tal vez si quería tocar algo pero se contuvo y se concentró en la razón por la que estaba en ese lugar.

–El rey Suppasit no se encuentra en este momento pero lo que sea que entregaras dámelo y yo se lo haré llegar con mucho gusto.– Dijo el guardia que lo había acompañado.

–No es necesario, prefiero esperarlo, tengo órdenes estrictas de que la carta debe ser entregada personalmente a su majestad.– Dijo en tono serio.– Si él no se encuentra entonces lo esperare, pero la carta no se la daré a nadie que no sea a él.– Dijo bastante serio.

El guardia suspiro rendido.– Como quieras campanita, pero te diré algo, si el rey te ve aquí te matara pero hay de ti si quieres que te maten, debo volver a mi puesto pero puedes esperarlo aquí.– Antes de que el guardia saliera se detuvo un momento.– Este lugar está vigilado así que no intentes nada o de lo contrario yo mismo te saco a patadas de aquí.– Y con eso el guardia salió del gran salón dejando al ángel solo.

–Genial, ahora que haré si no entrego esa carta. Maldita sea.– Jalo su cabello frustrado.

–Si sigues haciendo eso te vas a quedar calvo.– New se sobresalto al escuchar esa voz.

–Amm disculpa, ¿quien eres tú?. – Pregunto el chico en posición de alerta al ver a un chico más alto que el y de tez morena con ojos dorados.

–Esa pregunta debería hacerte yo a ti, ¿que hace un ángel en tierra de demonios?.– El chico se cruzó brazos viendo detenidamente al ángel.

–Estoy aquí buscando al rey Suppasit, debo entregarle algo muy importante.– El ángel intento no demostrar miedo ante la mirada del demonio que lo observaba de pies a cabeza.

–Que curioso esto, un pequeño querubín en la tierra de los demonios, te diré algo, sea lo que sea que debas darle a Mew será mejor que lo dejes a uno de los guardias o a mi y te vayas por donde viniste, este no es lugar para ti.– El demonio se acerco lentamente al ángel que temblaba de miedo pero no lo iba a demostrar claro que no.

–¿Y usted quien se cree para decirme que hacer? Vine aquí buscando al rey y no me iré hasta entregarle personalmente la carta que traigo para él.–

Antes de que el demonio volviera a hablar las puertas del gran salón se abrieron de par en par y ahí estaba a quien estaba esperando con su príncipe colgado del brazo, le dio sorprendió la imagen pero no dijo nada y lo dejó pasar.

–Rey Suppasit, lo estaba esperando.– Comenzó a decir el ángel mientras buscaba algo en su bolsa de correo.– El rey Zee me ha enviado a entregarle esta carta.– Dijo rebuscando la carta sin prestar atención a la mirada que los otros tres en la sala le daban.

–Dile a tu rey que me importa un comino lo que me quiera decir, no voy a ceder a nada.– El tono frío en sus palabras hizo que un escalofrío recorriera su espina dorsal.

–Es importante que lea la carta señor, mi rey ha pedido el tratado de paz.– Todos se quedaron en silencio viéndose unos a otros incrédulos.

–Eso es imposible, esa escoria sería incapaz de pedir el tratado de paz ah no ser que quiera algo a cambio.– Mew se acerco al chico y le quito la carta de las manos y rápidamente la abrió leyéndola junto a los otos dos seres que se acercaron a leer también.

–Pues al parecer todo es verdad, la carta lo dice.– Dijo Prapai quien también estaba leyendo junto a la pareja.

Gulf por otro lado se quedo en silencio leyendo la carta, algo no cuadraba aquí, estaba cien por ciento seguro de que la carta era falsa y solo tal vez era una tapadera para lo que Zee realmente quería hacer.

Mew por su parte decidió darle el beneficio de la duda.

–Bien, dile a tu rey que acepto el tratado de paz y también que eso implica que Gulf se quede conmigo.– Todo quedaron con la boca abierta ante las palabras del rey.

El ángel asintió rápidamente dando una reverencia para luego irse del lugar.

–¿Te volviste loco o te caíste de tu caballo y te golpeaste la cabeza? Mew, estamos hablando de Zee, el rey de los cielos, el que jodio tu vida y tu mayor enemigo ¿es enserio lo que acabas de hacer?. – Prapai se veía absolutamente sorprendido y confundido a la vez.

–¿Confías en tu rey cierto?. – El moreno asintió.– Entonces dejame resolver esto, Zee cree que ganara pensando que yo me creí lo del tratado, se que es una trampa y por eso quiero que hoy refuerces la seguridad de mi reino, si ese idiota quiere guerra entonces guerra es lo que va a tener.–

Si Zee creía que lo había engañado estaba muy equivocado, nadie podía engañar al rey de los demonios porque él era un experto en el arte de engañar.

Pronto empezaría la guerra entre los ángeles y los demonios y más vale que todos se prepararán porque esta vez Mew sería más despiadado que nunca.









Prepárense para la guerra.















Y con esto estoy dando a entender  que se vienen capítulos un tanto fuertes y también los últimos capítulos de esta linda historia que gracias a ustedes eh podido seguirla, disfruten el capitulo, los quiero <3




















El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora