Capitulo 4

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Reino de los angeles.

Los reyes estaban charlando muy amenamente cuando uno de los guardias entro corriendo a la oficina del rey Zee.

-¿Que no sabes tocar?- pregunto algo molesto por la repentina entrada del guardia.

-Lo siento majestad pero es una emergencia- dijo rápidamente.

-¿Y esa emergencia no puede esperar?, Estoy ocupado ahora- dijo todavía molesto hasta que.

-Es sobre el príncipe señor- ahí fue donde Zee y Saint se levantaron rápidamente del sofá.

-¿Que le paso a mí bebé?- pregunto Saint en un tono muy alterado.

-No está en su habitación- y al oír eso los reyes rápidamente salieron de la oficina y se dirigieron a la habitación del menor, encontrándose con nada.

-Ustedes idiotas, no pueden hacer nada bien- dijo perdiendo la paciencia Zee.

-Zee por favor cálmate de nada nos servira alterarnos- dijo Saint tomando de el brazo de su esposo para calmarlo.

-Me pides que me calme, nuestro hijo está con ese maldito engendro del mal y tú quieres que me calme- dijo con ironía.

-Zee, sabes bien que esto pasaría algún día, la profesia se cumplirá- dijo Saint ya alterado por el comportamiento de su esposo.

-No me importa lo que esa maldita profesia diga, no dejaré que ese demonio idiota seduzca a mí hijo y lo lleve a la cama solo para cumplir una estúpida profesia- dijo ya explotando de ira.

-No lo entiendo, tantos años que lo cuidaste, que sabías que esté momento llegaría y que sería la única salvación para los dos reinos pienses hecharte para atras- dijo Saint explotando en ira. -Zee Kanawut, eres un cobarde y un idiota.

-Es mí hijo de quién estamos hablando- dijo Zee alzando la voz lo cuál hizo que se le diera una cachetada.

-Tambien es mí hijo idiota, el y Mew nacieron para estar juntos y lo sabes bien, y no dejaré que por tu maldito orgullo quieras lastimar a mí hijo- hizo una pausa y siguió.-Zee yo te amo, eres el amor de mí vida pero Gulf es mí hijo a quien defenderé y protegeré aún si deba hacerlo de ti- dijo saliendo de la habitación y dejando a Zee más que irritado.

-Prometo que haré que esa profesia no se cumpla ese maldito demonio no será feliz ni con mí hijo ni con nadie-.

Reino del los demonios.

Habían pasado ya dos semanas en la que Gulf había estado en ese lugar, no se quejaba ya que el demonio lo trataba muy bien pero extrañaba a su familia y en especial a su pequeño gato.

-Buen dia- dijo el demonio entrando a la habitación del ángel con una pequeña sonrisa.

-Hola- contesto el ángel sonriéndole igualmente.

Aunque Gulf aún tuviera miedo no podía negar que el demonio lo hacía sentir bien, especial y querido.

-¿Quieres salir un rato?- pregunto el peligris.

El ángel se sorprendió un poco ya que era la primera vez que lo invitaba a salir de la habitación.

-¿Y adonde iremos?- pregunto curioso el menor.

-Eso es una sorpresa- dijo el mayor. -¡Oh! y te espero abajo hay ropa en el armario para ti espero te guste- dijo el mayor saliendo de la habitación.

Gulf rápidamente fue hacia el armario y al abrirlo se encontró con ropa que era perfecta para el, pero su pregunta era como fue que el mayor se dio cuenta de si talla de ropa y de la ropa que le gustaba usar. Sin pensarlo mucho dejo la ropa que usaría en la cama y luego de fue a dar un baño, al salir del baño rápidamente se vistió, optó por un pantalón negro, una camisa del mismo color y un saco color negro y rojo que quedaba muy bien con el atuendo.

El Ángel y el DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora