Mía (Mikasa x lectora) +21

Capítulo 9: Tijeretear

Mikasa la esperó pero Mia jamás llegó. Se desesperó e intentó calmarse, fue tranquila en eso de las 6 pm y tocó su puerta buscando razones.
Después de tres toques la puerta se abrió.

—¡Oh! Buenas tardes vecina, gusto en verla.

—¿Por qué no fuiste a mi casa? Te he estado esperando, prepare té y galletas.

—¡Ah! Lo lamento—Sonrió avergonzada—Lo siento tanto, es que con la mudanza he tenido muchas cosas que hacer, te pido sinceras disculpas.

—¿Puedo pasar?

—Sí, adelante.

Una vez adentro Mikasa tomó asiento, Mia organizaba algunas cosas mientras le hablaba:

—La mudanza me tiene muerta.

—¿De qué te graduaste ?—Pregunta mientras mira una foto en la pared.

—Educación inicial, hace no tanto.

—¿Estás ejerciendo?

—Aún no, tengo que esperar un nombramiento después de que tome un examen, es difícil ¿Sabes? Si no tienes relaciones con alguien es difícil todo.

—Conozco a alguien que trabaja en el Ministerio de Educación, quizás te puedo ayudar.

—¿Lo dices en serio?

Mia dejó lo que estaba haciendo prestando su mayor atención a Mikasa quien la miraba seria  sentada desde el sillón.

—Sí, mándame tus datos y te aseguro que después del examen empezarás a trabajar.

—Mikasa...gracias. Te lo agradezco mucho.

Mia no pudo evitarlo, era muy afectuosa, se acercó a Mikasa y la envolvió en un abrazo cálido, Mikasa se quedó paralizada muy sorprendida por su actuar.

—En ese caso mañana mismo te hago llegar todos los papeles, lo único que lamento será perder mi actual empleo.

—Entiendo.

—Cuido a la hija de una buena amiga, es muy placentero pero también me alegrará ejercer mi carrera.

—...

En el celular de Mia se escuchó una alarma, la apagó de inmediato con un asombro preocupante como si se le hubiera olvidado algo.

—¿Pasa algo?

—Es que, quedé de reunirme con unos amigos, debo empezar a alistarme.

—¿Quieres que me vaya?

—P-pues...

—¿Puedo ir contigo?

—¿Ah?

—Sí...si no puedo está bien—Dice poniéndose de pie—Disfruta la fiesta.

—No, espera. Claro que puedes venir conmigo, alístate y nos vemos aquí en un rato ¿Sí?

—De acuerdo, iremos en mi auto.

—Perfecto.

Mia no se había terminado de alistar cuando Mikasa ya estaba esperándola afuera de su casa, le dijo que entrara mientras ella terminaba de arreglarse en su habitación. En todo momento sintió una incomodidad mientras se arreglaba, sentía la mirada intensa de alguien sobre ella pero despreocupada ignoró sus delirios y terminó para bajar a la sala y encontrarse con Mikasa.

Mikasa era sencilla, traía una falda larga que le llegaba a los tobillos, una bufanda y una blusa cubierta de un abrigo del mismo color de la falda. Su pelo lo traía atado en una coleta. No era la mejor en cuanto a vestimenta pero aún así su belleza opacaba cualquier cosa a su alrededor, Mia hasta sintió envidia de ver como la chica asiática no se esforzó nada y se veía honestamente preciosa.