Capítulo 15: Visita

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—¿Y?—Preguntó frente a ella dando una vuelta con una sonrisa.

—...

—¿Cómo me veo?

—Si no te conociera diría que hermosa, pero ahora sólo puedo verte tan horrenda como eres.

Mikasa cambió la sonrisa a una cara de fastidio, sin embargo no se desanimó. Su pelo estaba más corto y tenía labial.

—¿Sabes? He pensado mucho en esto...de hecho lo tenía planeado, creo que llegó el momento.

Mia no dijo nada, volteó su cabeza hacia otro lado y expresó molestias por las cadenas molestas que la apretaban sin piedad.

—Mia...¿Me escuchas?—Se acercó y la tomó del mentón.

—¿Qué quieres ahora?

—Quiero un hijo.

Y lo decía muy casual. Con una mirada suave y honesta que hizo a Mia soltar una carcajada.

—¡¿En serio?! ¿Un hijo?

—¿No quieres?

—En este punto lo único que yo quiero Mikasa, es torturarte de todas las formas posibles pero no tengo fuerzas, estoy cansada—Dejó caer su cabeza.

El tiempo transcurrido en aquel lugar parecía una eternidad maldita, Mia se mostraba rendida aunque aún con ganas de ofenderla siempre y cuando tuviera la oportunidad.

Mikasa suspiró. Se sentó en la cama al lado de Mia para luego recostarse en su pecho.

—¿Me odias?

—...

—¿De verdad me odias tanto?..Yo—Pestañeó con sus rasgos delicados—Lo único que quiero es estar a tu lado, ¿Es tan difícil de aceptar que te quiero para mi?

—No hables como si lo que dijeras es normal.

—Para mí lo es.

—Para ti muchas cosas son normales que no están bien. Mikasa, ¿Alguna vez has mostrado arrepentimiento por algo de lo que has hecho?

Parecían estar sincerándose, Mikasa no le respondió en absoluto. Se puso de pie y dejó la suavidad volviendo en su semblante habitual. Se acercó a Mia para besarle la mejilla y después marcharse escaleras arriba y dejarla sola. Al regresar traía una jeringa con ella.

Mia se espantó.

—¿Qué piensas ponerme, Mikasa?

—Eres una perra egoísta Mía, tú piensa sólo en ti. Aquella noche cuando lo hicimos en aquel baño ¿Te acuerdas? No te importó nada más que tu propio placer y felicidad. ¿Y yo soy mala por querer mi felicidad?

—Mikasa ¡Mikasa!—Mia no prestaba atención a sus palabras, miraba la jeringa pensando lo que no quería que pasara.

—¡¿Qué es eso?!

—¿Esto? —Dijo mirándola—Es nuestra hijo. Con los genes de Eren en ti...nuestro hijo. Lo he conservado bien todo este tiempo, es más fácil si eres tú quien lleva a nuestro hijo, así podré cuidar de ti ¿Te parece?

—No, no ¡No! ¡Aléjate de mí! ¡Aleja eso de mí!

Mia gritaba sacando fuerzas de donde no tenía. Sus fuerzas sin embargo eran sostenidas por las cadenas y justo cuando Mikasa se preparaba abriéndole las piernas desnudas para poner aquel esperma bien conservando en ella, se escuchó un auto estacionarse afuera de la cabaña.

Mia fue la primera en reaccionar, gritó intentando llamar la atención siendo Mikasa quien se molestara por esto y la silencio de inmediato.

Tocando la puerta de la cabaña se encontraba aquel hombre, pequeño de estatura y con cara de fastidio. Tocó dos veces y sin respuesta aparente se preparó para entrar a la fuerza, justo cuando iba a empezar a patear Mikasa le abrió.

 Mía  (Mikasa x lectora) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora