Mía (Mikasa x lectora) +21

Capítulo 4: Cadenas

El accidente no había sido grave, lo grave fue lo que ocurrió después.
Mikasa conocía aquel tipo, parecía sentirse tímida o acobardada en su presencia, me presentó ante él como una amiga lo cual me extrañó demasiado.

Todo se solucionó ahí mismo, no hubo que llamar autoridades, ni cargos, ni nada, todo había quedado en un ligero accidente que no había pasado a mayores.

Después de lo ocurrido Mikasa entró en contacto con el muchacho llamado Eren, ya su madre me había hablado de él alguna vez como el único amigo de Mikasa de infancia el cual se había marchado de la ciudad, por lo visto estaba de regreso.

Mikasa actuaba extraña. En la casa no me reclamó en absoluto, parecía emocionada por encontrarse con aquel tipo.

Empezó a tratarme con más libertad, a veces llegaba tarde de trabajar o no me iba a buscar a la universidad.
Se compró ropa nueva, se arreglaba con frecuencia e intentaba verse "más femenina".

Una noche se alistaba muy elegante para salir, estaba incómoda con la situación.

-¿Se puede saber a dónde vas?

-Iré a...encontrarme con alguien.

-¿Con quién?

-Con Eren.

-¿Y eso cómo que por qué?

Terminó con su arreglo y me miró de frente.

-¿Tienes algún problema?

-Ahora que lo preguntas sí, ¿Qué demonios te traes con ese tipo?

-Es mi amigo de infancia, hace mucho que no nos veíamos y estamos poniéndonos al tanto de los acontecimientos de nuestras vidas.

-¿Y ya le dijiste que soy tu futura esposa?

-¿Por qué debería decírselo?

-Pues porque creo que es uno de los "acontecimientos de tu vida" más importantes ¿No crees?

Me miró con indiferencia mostrando la mínima importancia, dándome la espalda.

La tomé del brazo volteándola ya molesta hacia mi.

-¡Pasaste de tóxica a puta infiel!

El puñetazo en mi cara no se hizo esperar, me agarré la nariz que sangraba, mirándola acercarse hacia mi. Mikasa me agarró del pelo con fuerza y me miró intensamente:

-No voy a tolerar tus insultos, no te atrevas a insultarme o te juro que te irá muy mal.

Me soltó con brusquedad y se fue.

Podía estar sintiéndome feliz de que Mikasa no me asfixiara como antes, que ya no me daba la importancia obsesiva de antes, ahora la que quería su atención era yo.

Un viernes salí temprano de la universidad, mi amiga Mina me invitó a la plaza a pasar un tiempo tranquila junto con Marco y otros compañeros, salí despreocupada con la idea de pasarla bien.

Nos movíamos de un lado a otro, en el momento menos pensado vi la silueta de mi amada Mikasa acompañada de la mano de su amigo Eren. Cuando ella se percató de mi presencia nos quedamos mirando la una a la otra.

Me les acerqué con cuidado.

Eren:- Hey Mikasa, ¿Qué no es esa tu amiga?

Mikasa:-....

Me les acerqué hasta tenerlos cerca, sonreí fingidamente para los dos.

-¡Hola! ¡Que sorpresa encontrarlos aquí!