Los cuentos de Princesas se pueden hacer realidad, mas si Park Jimin es el salvavidas de la playa.
Book 3
-Historia corta.
-No se aceptan copias ni adaptaciones.
-Terminada.
-+18
⚠️Proceso de corrección⚠️
⚠️NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES ⚠️
–Que tenga buen día– entrego los cafés– estoy cansada.
–Ya me di cuenta de eso– sonrió una chica con boina y cabello negro a su lado– ¿Estas bien? Te he notado distraída desde que llegaste.
–Sí, estoy bien– suspiro– es que últimamente tengo algo en la cabeza.
– ¿Qué cosa?
–Bueno...– iba a contestar, pero la campana indico nuevos clientes. El sonrojo de Sara fue evidente. Salto en su lugar y corrió detrás de las puertas de la cocina– atiéndelos tú.
La pelinegra frunció su ceño y miro a los dos chicos frente a ella. Parpadeo al ver al pelinegro de puntas rojas y al chico de cabello platinado.
–Buenas tardes– saludo– ¿Pedirán algo?
–Sí, dos cafés helados por favor– hablo el de mechones rojos– y creo que dos... ¿quieres algo dulce o salado, Jimin?
–Algo dulce estaría bien– el chico termino su pedido y buscaba con la mirada algo, o a alguien.
– ¿Qué buscas?
–Nada, solo creí en ver a alguien allí– señalo las puertas.
–Es la cocina– dijo la chica con una sonrisa– es normal ver a alguien de un lado a otro.
Ambos tomaron sus pedidos y comenzaron a caminar a una mesa cercana. Sara estaba mirando por la abertura de la puerta y suspiro chillando como niña en el piso.
– ¿Se puede saber porque huyes del chico lindo?
–No sé– frunció su ceño– es que me he sentido rara desde que me salvo aquel día.
– ¿Rara?– asintió– ¿Cómo así?
–Pues... es muy lindo– mordió su labio observándolo desde lejos– aun puedo sentir como me daba aire, como sus manos trataban de mantener y retenerme allí–suspiro– recuerdo sus labios chocando con los míos y me causa... me causa tanta tranquilidad y paz.
– ¿Te enamoraste, o que?– sonrió divertida. – deja de delirar, y trabaja.
Sara asintió algo triste por la burla que contenía las palabras de su compañera, la verdad es que se sentía extraña desde que había sido salvada por aquel joven de cabellera plateada.
...
–Jimin.
Este solo miraba el mar, las olas chocando y como arrastraba pequeñas algas a la orilla de donde se encontraba.
–Jimin.
Con sus pequeños dedos pálidos y pequeños rozaba sus labios carnosos y, rosados. Suspiraba como perdido en su mundo mientras la suave brisa hacia bailar su cabello. Hasta que sintió un golpe en la nuca.
– ¡¿Pero qué?!... Eun Woo.
–Llevo rato llamándote, idiota– se sentó a su lado– ¿Qué tanto pensabas?
–En nada– tartamudeo bajando la mirada.
–Eres tan transparente, Jiminie– sonrió– ¿Aun piensas en la linda pelirroja?
Este lo miro inmediatamente negando y arrastrándose hasta atrás. Su rostro estaba completamente rojo. Y es que Park Jimin era un amor de persona; era tan penoso y callado que tenías que estar muy cerca para oírlo hablar, solía tartamudear y era muy torpe. Pero tenía un corazón tan puro y sincero, su belleza y sonrisa era única; eso atraía a muchas personas en especial las chicas.
Pero eso a él no le importaba, no de mala manera. Jimin era un chico muy tímido, y eso no a muchas chicas le gustaba. Por eso no salía mucho con ellas, ya que buscaban a alguien de una noche o atrevido.
Y el era lo contrario.
–Solo observaba el mar.
–Aja, y yo te golpee porque me provoco– sonrió negando– ¿Por qué no hablas con ella? Después de todo la salvaste.
–No sé qué decirle– jugo con sus dedos– solo la salve, Eun. Se sentirá obligada a salir conmigo por ello, agradecimiento.
– ¡Hasta invitarla a salir!– rio, Jimin frunció el ceño– solo te insinué ir a ver como se sentía, no ir e invitarla a salir.
Jimin se frustro y se levantó cayendo de nuevo por su torpeza, Eun Woo cayó de espalda riéndose por la caída del encanto del chico.
– ¡No te burles!
–Es que... ¡Joder eres muy tierno!
–No lo soy.
–Sí, si– se rio mientras lo veía perderse por la escalera de la pequeña casita de salvavidas– oh Dios mío, que ternura.
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