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⚠️ Capítulo subido de tono⚠️

Las olas rompían cualquier sonido que obstruyera su poderoso ser, el reflejo de la luna en el agua dejaba claro que tan poderosa era y que podía iluminar aquellas dos almas que estaban mirándose en la orilla, en la mojada arena.

– ¿Qué dijiste?– sus ojos se cristalizaron, su corazón latió más rápido de lo permitido.

–Que me gustas, me gustas mucho– se acercó tomando sus mejillas– me gustan esos ojos verdes, me muestran lo hermosa y poderosa que es tu mirada, me gusta tus pequeñas pecas que me hacen sentir envidia de estar en ti, me gustas tus labios, la hermosa sonrisa que muestras sin darte cuenta, tu cabello tan natural– junto sus frentes, su respiración ya era un desastre– me gustas tanto que daría cualquier cosa porque me besaras ahora, desearía tenerte para mí, siempre.

–Entonces hazlo– la miro con los ojos muy abiertos– porque tu también me gustas mucho, Jimin. Tu linda sonrisa que ilumina mi día, tus labios gruesos y esponjosos que no he tenido la dicha de probar pero sé que me gustarían y jamás me cansaría de poseerlos, me gustan tus mejillas, siempre tan rojas y dispuestas a abultarse, me gustan tus ojos de luna y me gustas tú– sonrió– me encantas Park Jimin, me enamore tan pronto, tan rápido que no tengo palabras. Bésame.

Se acercó tan lentamente y tomo sus mejillas, aquellas rojas que ahora admiraba de cerca. Con su manga borro el labial sin lastimarla.

–Quiero besarte sin impedimentos, y eso lo era– tomo los labios entre los suyos y vaya explosión que ambos sintieron.

Ladeo la cabeza profundizado, el mundo se borró de su alrededor como cual polvo. Enrollo sus delicados brazos en su cintura abrazándolo, teniéndolo tan cerca, sintiendo el latido de su corazón tan acelerado como el suyo. Jimin mordió su labio y estiro sacando un pequeño jadeo de su boca.

–No quiero ir tan rápido... pero no pudo esperar– negó juntando sus frentes– permíteme, bajo la luna y con la playa de testigo. –Sara se estremeció, su cuerpo se convirtió en gelatina por unos instantes hasta que miro sus ojos brillantes y llenos de un amor inconfundible. Asintió robándole un beso dulce.

Con delicadeza ambos se acostaron en la arena, sus manos subieron el suéter del chico robándole un jadeo, sus manos estaban algo heladas. Bajo sus besos hasta el cuello, clavícula y pecho. Se sentía en las nubes gracias a sus labios abultados, jamás pensó en alejarse de tan exquisita sensación.

La ropa desapareció al igual que sus inseguridades, los besos llenaban cada parte de su cuerpo pálido y dejaban uno que otro mordisco por parte del chico platinado. Sus manos jamás dejaron de tocarla ni un instante y dejaría grabado con fuego sus toques, desprendió su sostén y lo alejo al lado, sus labios tomaron aquel pezón y ella gimió, regalándole ese dulce canto que el ansiaba escuchar muy en el fondo de su ser. Porque la deseaba y la tenía en sus brazos, porque la amaba y la iba hacer suya, para siempre.

Los largos cabellos rojos estaban desparramados en la arena, reflejaban un vivaz fuego en llama, el del reflejaba la luna dejando en claro que ella era testigo de lo que pasaría.

– ¿Estas segura de esto? Sé que ya estamos... avanzando– ambos rieron tocando sus frente sudadas.

–Sí, muy segura– susurro.

–Una vez que estemos juntos, una vez que estemos completos no te dejare ir– sonrió robando besos– porque en serio... estoy enamorado de ti.

Sonrieron y dieron un último beso antes de fundirse en ella, la sensación hizo soltarle un jadeo a ambos donde quedaron quietos por un momento. El deseo ya existía, la lujuria también y ellos la estaban viviendo en ese momento. Jimin comenzó a moverse lentamente mientras ella se acostumbraba, y llevando sus manos a la espalda blanquecina lo empujó para ir más a fondo.

Las olas hacían de coro a los gemidos de ellos, que sin vergüenza alguna dejaban salir de sus gargantas. La arena se pegaba a los cuerpos sudados, pero eso no importaba mientras ellos se amaban tranquilamente sin importarle el mundo, sin importar si alguien los viera, porque su amor podía más que cualquier cosa.

Jimin escondía su rostro en su cuello, respiraba su olor. Y tenía en claro que después de eso nada sería igual, ella no sería la chica linda del café a quien trataría de conquistar, y el no sería el platinado que buscaba la forma de invitarla a citas. Ya eran conocidos física, y emocionalmente. Era momento de avanzar y eso haría después de esa velada tan espectacular que pasaba en aquella noche.

Embestía una, otra y otra vez profundo, dejando en claro que la deseaba, que la quería y que la amaba.

–Te amo– susurro el, en su oído– te amo, Sara.

Ella enredo sus delicadas manos en su cabellera halando de esta cuando sintió que algo explotaba en ella. El jadeo y gemido escuchado fue alto y claro, solo ellos fueron testigos de cómo el orgasmo llego a ambos sin necesidad de reprimirlo. Se sonrieron y abrazaron hasta que Jimin terminara.

La tomo entre sus brazos aun dentro de ella y se metió en el agua helada, sus cuerpos sintieron el gran cambio de temperatura, beso sus labios y se hundieron para salir después completamente mojados por el agua salada. Se miraron con algo nuevo, amor. Juntaron sus frentes dejándose mover por el mar.

–También te amo– y lo beso nuevamente. 

Dejo esto y me retiro lentamente

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Dejo esto y me retiro lentamente. 😁

The Little Mermaid ❣️Park Jimin❣️©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora