Capítulo 18

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Lo primero que supo Hermione al despertar, fue que no se encontraba en su habitación. Lo segundo, que un brazo masculino la abrazaba posesivamente por la cintura. Y lo tercero, que el rostro de Malfoy estaba a poca distancia del suyo.

Sobresaltada, trato de alejarse de él, pero las esposas se lo impidieron. ¿Cómo demonios había terminado en la habitación de Draco Malfoy, durmiendo con él? Lo último que recordaba era haberlo besado apasionadamente en el sofá del living, pero eso no explicaba como había terminado durmiendo en la cama de él.

Sacudió a Draco por un brazo, para despertarlo y pedirle explicaciones de lo ocurrido. Malfoy mascullo un par de cosas incomprensibles y se aferro con más fuerza a su cintura.
-¡Malfoy, despierta ahora mismo! -ordeno Hermione, sacudiéndolo violentamente. Draco abrió los ojos, sobresaltado, y miro a ambos lados con temor, como si esperara algún ataque. Pero cuando su mirada se cruzo con la de Hermione, se tranquilizo, aunque luego pareció fastidiarse.
-Granger, no hacía falta gritar tanto para despertarme -se quejo, molesto-. Solo te permito que grites así cuando estemos folla...
-¿Qué diablos estamos haciendo aquí, Malfoy? -lo interrumpió Hermione.
-Yo estaba durmiendo, hasta que tu insoportable voz me despertó.
-¡Mi voz no es insoportable! -exclamo Hermione, molesta.
Draco se tapo los oídos con ambas manos, e hizo una mueca de dolor.
-¿Puedes cerrar el pico, Granger? Me duele la cabeza, siento que va a estallar en cualquier momento -dijo Draco, con tono malhumorado.
-Lo siento -se disculpo Hermione, pero inmediatamente se arrepintió. ¿Desde cuándo ella le pedía disculpas al estúpido de Malfoy?
-No te preocupes, Granger, si estuviéramos en otro tipo de situación te dejaría gritar todo lo que quieras.
Hermione rodo los ojos. Desvió la mirada hacia la ventana, y se sorprendió al comprobar que era de noche.

-Vaya, dormimos más de diez horas, ¿puedes creerlo? No sé cómo vamos a hacer para volvernos a dormir, ya que no tendremos ni un poco de sue... ¡¿Malfoy qué haces?! -se horrorizo Hermione.

Draco se había quitado la remera utilizando un solo brazo, y dejando su admirable cuerpo a la vista. Hermione se sonrojo, y aparto la mirada, a pesar de que sus ojos suplicaban poder mirar.
-Tranquila, Granger, no voy a violarte. Solo tengo calor -se excuso Draco.

-Pues no te quedes semidesnudo en frente mío, me pone incomoda.

-Se que no estás acostumbrada a tanta belleza junta, pero ahórrate los halagos -bromeo Malfoy, con tono engreído.
-Por favor, Malfoy, no me hagas reír -dijo Hermione, aunque en ningún momento lo negó. Lo cierto era que el rubio tenía un cuerpo... bastante desarrollado.
-Tu también puedes quitarte la ropa si tienes calor, a mi no me molestaría -aseguro Draco.

-Olvídalo -respondió Hermione.

Draco rodo los ojos, y de repente hizo otra mueca de dolor y se llevo una mano a la cabeza.
-Granger, me duele demasiado la cabeza -gimió.
Hermione coloco una mano en su frente, y se sorprendió al sentir su temperatura.

Evidentemente, Malfoy tenía fiebre.
-Estas muy caliente -dijo Hermione, preocupada.
-No eres la primera que me lo dice.
-Iré a llamar a Narcisa, y le diré que tienes fiebre -dijo Hermione. Trato de levantarse de la cama, pero como su brazo estaba encadenado a Malfoy no pudo.
-No, Granger, si vas a buscarla deberé acompañarte, y no quiero moverme -se quejo Draco.
-Pero Malfoy...
-Solo quiero quedarme aquí contigo.

Hermione sintió algo retorcerse en su estomago. Malfoy no solía hacer aquella especie de comentarios. Debe ser por la fiebre, pensó.

-De acuerdo, pero aunque sea vayamos al baño para buscar paños con agua fría -dijo, algo avergonzada. Draco pareció fastidiarse, pero aun así se levanto de la cama y acompaño a Hermione al baño.
-¿Vas a ser mi enfermera personal por esta noche? -pregunto Draco, sonriendo pícaramente.

Hermione lo ignoro.
Volvieron a la habitación un par de minutos después, Hermione llevaba una toalla mojada en agua fría. Draco se recostó nuevamente en la cama y ella se sentó a su lado. Con cuidado, coloco el paño de agua fría sobre su frente.
-Esto está demasiado frio, Granger -se quejo Draco.
-Es la idea, Malfoy, no seas niñita -respondió ella.

Permanecieron así un rato. Draco tenía los ojos cerrados, pero Hermione sabía que no estaba dormida. Cuando el paño comenzó a secarse, Hermione se lo quito.

-¿Te sientes mejor? -pregunto, con sincera preocupación.
Draco asintió, sin abrir los ojos.
-Tengo que admitir que estos métodos muggles, aunque me desagraden, son muy efectivos.

-Si, lo son -asintió Hermione-. Ahora, Malfoy, deberías dormir.

-Granger, con todo lo que dormimos a la tarde, no creo que pueda pegar un ojo en toda la noche.

-¿Y qué vamos a hacer para matar el tiempo, entonces?

-Tengo un par de ideas en mente...

Hermione puso mala cara.

-Ya sé lo que estas pensando, y es un enorme y rotundo no -respondió Hermione.

-¿Ni siquiera un pequeño e inocente beso? -pregunto Draco, abriendo los ojos.

Pequeño e inocente, claro, pensó Hermione.
-No.

-Vamos, Granger, estoy enfermo...

-¿Y eso que tiene que ver?

-Imagina si mañana despiertas y me encuentras muerto en la cama. ¿No te sentirías culpable, por no haber cumplido mi último deseo? -pregunto, astutamente.

-Malfoy, tienes un poco de fiebre, no vas a morir por esto -dijo Hermione, comenzando a cansarse.
-¿Cómo estas tan segura?

Hermione rodo los ojos.

-No voy a seguir teniendo esta conversación estúpida contigo.
-¿Por qué no quieres besarme? No puedes negar que te gusta... -insistió Draco.
-Tengo novio -sabia que aquella excusa era tonta, ya que si realmente le importara no lo hubiera besado las anteriores veces. Draco pareció pensar lo mismo, porque comenzó a reír.
-Ya le fuiste infiel dos veces, una mas no cambiara nada... -presiono.

-No se trata de eso, Malfoy. No es por él, es por mí. Yo a Ron lo amo, y no quiero besar a otro chico que no sea el -explico Hermione, sintiéndose una mentirosa. Lo cierto era que en aquel momento se moría de ganas de abalanzarse sobre Malfoy y matarlo a besos, como a la mañana.

Draco pareció molestarse.

-De acuerdo, como quieras. Pues entonces ve a curarle la fiebre a él, ya que tanto lo amas -se coloco de costado, dándole la espalda a Hermione.

La castaña no pudo evitar reprimir una sonrisa. ¿Era su imaginación o Malfoy estaba celoso?
-¿Malfoy, estas celoso? -pregunto, sin poder resistirse. El no respondió-. ¿Malfoy? -Tampoco respondió-. Malfoy, responde, no seas infantil -insistió. Pero tampoco recibió respuesta.
Tomo un almohadón de la cama y lo golpeo en la espalda con él. Draco no hizo nada para defenderse, parecía estar dormido, pero Hermione sabía que no era así porque respiraba agitadamente, como si estuviera enfadado y quisiera controlarse.
-¡Malfoy, responde! -exclamo Hermione, entre molesta y divertida. Lo agarro por el hombro y lo obligo a ponerse boca arriba, Draco no opuso resistencia. Tenía los ojos cerrados y el seño fruncido, y parecía estar bastante molesto-. ¿Malfoy?
Harta de la actitud del rubio, Hermione comenzó a golpearlo repetidamente en el pecho, aprovechando la oportunidad de tocar su cuerpo.

Draco abrió los ojos y con un rápido movimiento tomo sus muñecas y la halo hacia él. Hermione, sorprendida, miro los ojos grises de Draco, quedando hipnotizadas por ellos.

-¿Qué haces, Malfoy? -balbuceo, sorprendida. Pero no quería alejarse.

-Yo siempre consigo lo que quiero, Granger -respondió el, sonriendo pícaramente y acercándose a su rostro. Y, por segunda vez en el día, la beso.

Era cierto: Draco Malfoy siempre conseguía lo que quería.

Serás mía, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora