Abrázame y no me dejes caer

Día 6: Los cinco sentidos (El show debe continuar)

"No puedo creer que me obligues a hacer esto" Dijo Sasuke en un tono gruñón, dando golpes exasperados al piso con uno de sus pies, esperando impaciente a que Hinata terminara de maquillarse para poder terminar con todo aquello.

"Yo no te obligué, estuviste de acuerdo" le dijo sin prestarle mucha atención, más concentrada en aplicarse el rubor que en él.

"No recuerdo eso" refunfuñó, frunciendo la nariz ya que si fruncía más el ceño terminaría cerrando los ojos.

Si lo hacía, fue durante la reunión del comité de padres del preescolar. Habían estado planeando las actividades para un pequeño festival de primavera para los niños, todo un fin de semana de actos y juegos para entretenerlos durante unas pocas horas.

Todo iba bien hasta que cierto tema prohibido salió a colación, y él, claramente, se negó desde un principio, pero Naruto, ese hijo de puta astuto, tenía un haz bajo la manga.

Sin entender que estaba pasando, vio como el maestro de los niños -¿Quién pensó que Naruto sería un buen maestro de kindergarten? Esperaba que estuviera en una institución psiquiátrica -se acercó a la puerta de la sala anexa al salón de clase y la abrió, dejando salir la horrible música que lo perseguía en sus pesadillas.

La pequeña estampida de niños de 2-3 años salió de la habitación y lo rodearon, parloteando con emoción, abrazándolo y rebotando sobre sus pies, buscando su atención.

¡La mayoría de esos niños le habían tenido miedo apenas una hora atrás, maldición!

Pero, antes de que pudiera negarse, su mirada cayó sobre los grandes y esperanzados ojos de su bebé, que lo miraba como si acabara de descubrir la cura contra el cáncer.

"Claro que lo haré" respondió sin pensar a la pregunta de su hijo, y los gritos de emoción –junto con la molesta risa de victoria de Naruto –inundaron la habitación.

Ahora, después de dos semanas de intentar de que su hijo olvidara el tema y fallar, el día del juicio final había llegado.

"¡Ya estoy lista!" exclamó Hinata, poniéndose de pie y acercándose a él, rodeándole el cuello con sus brazos y dejando caer un pequeño beso en sus labios "Anímate, será divertido, como en los viejos tiempos"

"Nunca fue divertido para mi" se quejó, sin embargo él también la abrazó y besó hasta que los toques en la puerta los interrumpieron "Terminemos con esto" suspiró.

Ambos salieron de la habitación y se reunieron con los otros tres –Naruto, Sakura e Ino –de los cuales las dos mujeres parecían tan fastidiadas como él, mientras que Naruto y Hinata parecían ser los únicos emocionados con todo aquel sin sentido.

La molesta música infantil empezó y él se obligó a sonreír, saliendo detrás de la cortina que los ocultaba de las decenas de pequeños ojos y bocas ruidosas que estallaron al verlos.

"¡Hola niños! ¡Somos Hi5!"