II - En la manada

670 75 5
                                    

Escrito: 4-8/8/2021
Publicado: 6/10/2021
Editado: 26-31/01/2023

Escrito: 4-8/8/2021 Publicado: 6/10/2021 Editado: 26-31/01/2023

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Llevaban varias horas corriendo. La noche no los esperó, vistiéndose de naranja hasta difuminarse en un púrpura. Era lamentable no tener tiempo para apreciar el excepcional paisaje: Katsuki tomó un gran riesgo al dejar a su manada sola por un día entero.

Podrían ser atacados por Desertores de nuevo. Algo que no podía permitirse.

Era una gran ironía que, mientras ellos buscaban espíritus para protegerse, también se volverían un blanco más grande para los Desertores al poseerlos. ¿Algo qué hacer al respecto? No mucho, para su desgracia.

Un dolor de cabeza para cualquier manada.

Solo significaban muerte, sangre y destrucción.

Y fortalecer a su manada a base de albergar refugiados era de ayuda, pero no suficiente. Eran familia y compañeros y manadamanadamanada y los protegería a toda costa, y cuando decía a toda costa, era a toda costa.

Bakugou aprendió esa gran lección cuando su manada estuvo a punto de ser cenizas, con apenas veintiún años.

«Esto debe funcionar».

—¿Seguro que puedes tú solo con esto, hermano? —cuestionó Kirishima, por centésima vez.

—¡¿Insinúas que no puedo cargar ni un simple Omega en mi lomo?!

—No, claro que no, no es eso, es solo que tu pata...

La herida, aún horas después, seguía con la carne a rojo vivo. Ya no sangraba. Sin embargo, era evidente que, al ser hecha con una daga de plata, tardaría más de lo usual en sanar. E incluso así, todo el tiempo que estuvieron corriendo, Katsuki era el más rápido de los tres.

—Tus preocupaciones son estúpidas, esto no es nada.

Eijiro respiró hondo; de alguna forma sabía que Bakugou no hablaba así por querer lastimar a alguien.

Ser líder y saber dirigirse a los demás de forma apropiada no siempre iban de la mano.

—¿Ustedes qué tanto saben de los Omegas? —preguntó Bakugou de repente.

—No más que tú. —Kirishima no dudó en responder.

—¿Yaoyorozu? —insistió.

Ella no pareció ni querer dirigirse a él.

—Tú eres la que sabe más de ellos a comparación de nosotros, eres la que más convivió con la última... —Eijiro quiso ir por el lado amable.

Bakugou también debería saber, después de todo, Best Jeanist le dio varias tutorías sobre ellos —evadió ella.

El Omega de la profecía ꧁[KatsuDeku]꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora