Los cigarros con el tiempo perdieron todo significado hacia ella y fueron reemplazados por el alcohol.
Allí en aquel departamento que había comprado hace tiempo, casi sin muebles y sólo con un cojín en el suelo, se emborracho.
Después de más de diez tragos a su botella de Jack Daniel's cayó prácticamente inconsciente, pero no lo suficiente como para preguntase a sí misma; ¿Donde estaba el en ese momento? Pero se rió de ella misma porque ya sabía la repuesta.
El estaba ahí, cerca, robandole el sueño y plantando mariposas en su estómago.