Wiski n12

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Sintió la presencia de alguien al mismo que sus lágrimas negras por aquel rimel barato caían por sus mejillas.

Lo vió, juro por Dios que lo vió.

Temió llamarlo pensando que era otra de esas malas bromas que el alcohol le producía.

Temió que fuera otro extraño que quisiera abusar de ella.

Pero entonces aquel único farol de luz débil y casi apagada hizo deslumbrar sus ojos.

Aquellos ojos que un día la miraron con cariño y esperanza.

Aquellos ojos que la miraron como si fuera la única chica del mundo.Las palabras no querían salir y si lo hacían la mezclas entre ellas eran inentendibles.

Intento pararse pero el alcohol en sus venas no se lo permitió.

La angustia la consumió y se vio reducida a un llanto silencioso del que sólo ella era testigo.
Se odiaba sí misma y todas esas afirmaciones que se hizo en frente del espejo se desvanecian con cada paso que el daba.

Soy fuerte.

Soy bella.

Soy lo suficiente.

Valgo la pena.

No estoy destruida.

Estoy bien.

Todo. Todo se desvanecia con cada parpadeo, cada respiración que a duras penas podía dar.

Ya no le quedaba nada y lo sabía. Estaba sola, y por primera vez en su vida eso no le gusyo.

-West- susurró, rogando que fuera suficiente.

PurityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora