Catorce

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Esa noche, fui por Taehyung al bar donde estaba. Lo encontré bailando sobre una mesa con una botella de Soju en mano. Se notaba que se lo estaba pasando bien, pero era muy notorio lo mal que se encontraba.

Como pude, logre persuadirlo para que saliera de aquel asqueroso lugar. Caminando lento y torpe, Taehyung no dejo ni un solo momento de abrasarme con su brazo.

Quizás las circunstancias no eran las mejores, pero nada más yo, una idiota, podía sentirse bien y contenta en una situación como esa. De alguna forma, me sentía especial por el hecho de que Taehyung me haya llamado. Porque tal vez él confiaba en mí. Y aunque solamente era su brazo el que rodeaba mis hombros, sentía algo cálido en el corazón, una hermosa sensación de protección que Taehyung me hacía sentir.

Abrí la puerta de su casa tratando de no hacer ruido. Todo estaba oscuro y no había rastro de sus padres y eso me preocupo. No quería dejarlo soló y que algo le sucediera, pero justo antes de salir Taehyung me detuvo. Él se encontraba muy cercas de mí, no dejaba de verme con intensidad y eso me ponía muy ansiosa.

—Taehyung, tengo que irme. Tu trata de ir a dormir ¿si?

—No, quédate conmigo esta noche. Por favor.

SIN GRACIA • Park Jimin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora