FANFIC.
(Basado en la serie televisiva).
• Drama, Romance, Humor.
¿Qué sucede cuando el destino decide cambiar radicalmente la suerte de una pareja?
Una incógnita que será vivida en carne propia por Arthit y Kongphop, en una nueva historia que inic...
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Preparar el desayuno al ser amado es uno de los mayores placeres de la vida o, al menos, lo era para Kongphop. El khao om mali —arroz blanco— estaba en su punto. Una mosca zumbó alrededor de su cabeza y se posó sobre ella provocando un ligero cosquilleo; este la espantó con su mano, pero la intrusa se enamoró de su cabello y lo acosó sin pudor.
—¡Vete! ¡No molestes! —dijo. Esta le contestó con un zumbido malicioso.
Molesto, tomó la toalla de cocina y la abanicó tratando de aplastar a la multiojos, la cual salió pasmada por una ranura de la ventana después de ser alcanzada por uno de esos meneos. La sartén con el khai jiaw —tortilla de huevo— empezó a humear; presto, la apartó del quemador y sintió un ligero ardor al rosar la muñeca con la orilla del utensilio.
—¡Ouch!—exclamó.
Lamió un poco la parte afectada para calmar el ardor y volvió su mirada al reloj sobre la mesilla junto a la cama, faltaba un minuto para dar las 7:25 a.m. La tarea más difícil a realizar todas las mañanas estaba a punto de comenzar.
—P'Arthit, despierta... llegarás tarde al trabajo... —Le susurró al oído.
Un gruñido semejante a una grosería salió de su boca. El joven, con complejo de oso invernando en la parte más cruda del invierno, haló las sábanas hasta cubrir su cabeza entre titubeos. Aunque la alarma programa a las 7:00 a.m. retumbó en aquellas paredes minutos atrás, en este parecía no surtir el efecto esperado.
—P'Arthit, despierta, son las 9:00 a.m...
—¡¿Qué?! —Se sentó mirando el limbo—. ¿¡Las nueve dices!? —Su cara palideció como un pollo congelado —. ¡P'Denai va a matarme!
—Tranquilo, P'Arthit. Lo dije solo para despertarte —Se mofó.
—Eres tan malvado, Kongphop —Suspiró—. Moriré de un infarto y será tu culpa —Su mostró alivio y reposó la mandíbula sobre el hombro de su novio, miró de reojo el reloj a su costado— ¡Kongphop, son las 7:30! ¿Por qué me dejaste dormir tanto tiempo? —Dio un brinco de la cama para ir al cuarto de baño— ¡Ahora llegaré tarde al trabajo!
—¡P'Arthit, la ropa está justo frente a la puerta, la planche por ti! ¡El desayuno también está listo!
—¡Es lo mínimo que puedes hacer después de no despertarme! —exclamó interrumpido por el ¡pfsss! de la regadera.
El chico se mofó de aquellas palabras y sirvió el desayuno; acomodó el girasol en el vaso tras cambiar el agua y admiró su hermosura al acariciarse con los rayos del sol que penetraban por la ventana. La leche rosa no podía faltar.
—¡Listo, Kongphop! —Tomó asiento—. Vamos a desayunar, sino llegaré tarde a la oficina.
—Está bien, P'Arthit —Se acomodó en la silla.
—Dime, ¿confirmaste con tus padres? —Se llevó un buen bocado de comida a la boca.
