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Damián Fox

No estaba en mis planes verla vestida así y no para mí. 

Nota importante: Un noveno nunca se deja las armas en casa.

▪︎▪︎▪︎🐇▪︎▪︎▪︎

—¿Piensas ir?

—¿Tu no? —mire a la pelirroja con una ceja alzada.

—Pues... me gustaría, ¿para qué te voy a mentir?

—Padme estará ahí —fue lo que dije. Ella pareció entenderlo.

—¿Necesitas...?

—Aclararle las cosas —termine —. Debe saber lo de Melina.

—A veces me sorprendes. —la mire mal.

—En fin. Necesitaré un traje.

—Uyy yo puedo ayudar con eso —eso pareció emocionarla.

—No creí que te gustaran las compras.

—Pues sí que me gustan. Antes Padme, Alicia y yo íbamos de compras cada fin de mes.

—Lo sé. —respondí recordando como la aceché.

—Papá tiene muchos trajes nuevos. Podemos hurtar en su closet.

Negué.

—No, tengo dinero ahorrado y puedo darme el lujo de comprarme el traje que yo quiera.

—Como digas —resoplo. —Quería una excusa para saber que es lo que ese hombre esconde en ese lugar, es más grande que su propia recamara.

—Después te ayudaré con eso. Ahora lo que importa, vamos al maldito centro comercial.

Una hora más tarde estábamos eligiendo nuestros atuendos.

A ella le había parecido buena idea ir combinados por lo que el color de su vestido tendría que ser el mismo que el traje que ahora llevaba cargando.

Tarea difícil.

No encontrábamos nada hasta que algo llamó mi atención.

O más bien alguien.

En una de las tiendas se dejaba ver a una chica con el cabello negro, entusiasmada, mientras sus ojos dentellaban ante las telas coloridas frente a ella.

Un nudo en la boca del estomago me hizo retorcerme cuando ví también a un hombre rubio frente a ella, quizá adulándola e incitandola a llevarse algo de la tienda.

—¿Deberíamos esperar a que se vayan? Es la única tienda que no hemos visitado.

Asentí.

No veía conveniente acercarme sin más, cuando ella parecía estar bien.

Trate de no enfocarme mucho en eso, pero me era imposible.

—¿Crees que Poe y Padme...?

—No —conteste enseguida.

—Bien.

No habían estado juntos, pero si no hacía algo no tardaría en suceder.

...

Dioses de la DISCORDIA | Damián & Eris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora