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Damián Fox

¿Que éramos si no traidores? Una amistad podía reflejar un sentimiento negativo si hablábamos de guerra, una en la que los combatientes se volvían enemigos. Ya no habían alianzas, solo sed de venganza.

▪︎▪︎▪︎ 🐇 ▪︎▪︎▪︎

—Damián, Damián, Damián —Poe suspiro enmarcando esa sonrisa que de pronto quería borrarle del rostro —. ¿Dime qué quieres saber? No te ocultaré nada.

—¿Te follaste a Padme? —solté sin más. En ese tono áspero y amargo que a él parecía divertirle.

Chasqueo la lengua.

—Yo no lo llamaría solo follar.

—¿Ah no? ¿Y entonces como lo llamarías? —apreté los puños ante su aclaración —¿Hacer el amor?

—Tampoco, solo caer ante la tentación de dos cuerpos que llevaban tanto tiempo deseandose.

Odié en ese momento la manera en como me estaba hablando.

—Padme no te deseaba.

—Porque ella creía solo desearte a ti —puntualizo, enarcando una ceja —. La verdad mi querido amigo, es que ella nos desea a los dos.

Bufé molesto, arrojando al suelo la copa de vino que me había ofrecido.

El sonido de algo quebrandose y esos cristales desperdigados nadando entre el líquido carmesí.

Observé por un momento perdido entre mis pensamientos, como si de esos vidrios rotos se tratase.

—¿Por qué? —me límite a preguntar.

—Padme espero mucho de ti, Damián, y digamos que no supiste como superar el sentimiento que tienes por ella para no llevarla al límite.

—Porqué no quiero que muera.

—Y no lo hará, de eso me encargo yo.

—No puedes decir tan fácilmente que ella nos desea a los dos.

Poe se encogió de hombros, restándole importancia a mi evidente molestia, cosa que me molesto mas.

—Pues lo hace, mi querido amigo.

—¿Y que propones? ¿Que los tres tengamos una bonita relación poliamorosa? —volví a bufar.

—A mi no me molestaría compartir algo con ustedes dos.

—Sabes que no dejaré pasar esto por alto, ¿no?

En ese momento desenvaine mi espada de orgullo y lo mire claramente con reto.

—Entonces estaremos en guerra.

—Alejate de Padme. —finalice severo.

—No, Damián, no lo haré ni siquiera de ti. —dijo acercándose —. Y recuerda bien mis palabras, los tres vamos a caer, los tres vamos a ceder, y cuando eso pase encontraremos la paz.

Pase por su lado chocando hombro con hombro en señal de todo el odio que se estaba acumulando dentro de mi.

Salí de la casa de Poe, con las intensiones evidentemente claras y tras conducir por unos minutos llegué a la casa de la pelirroja. Busque en la maceta y sonreí al ver la pequeña llave plateada que había dejado para mí.

Abrí la puerta y al hacerlo ella no se sorprendió de verme ahí.

—¿Has ido con Poe? —asentí —¿Qué pasó?

—Era evidente que ellos habían estado juntos, solo quería comprobarlo.

—¿Lo siento? —negue volcando los ojos.

—Se siente jodido.

—Lo sé. Toma —me extendió una barra de chocolate partida por la mitad mientras ella mordía la otra.

Acepte y también la mordí.

—Creo que vine aquí claramente por algo —la pelirroja me miró dubitativa.

—¿Y que quieres? ¿Que te abrace cómo buena amiga y te diga que todo estará bien?

—No, quiero algo más —la observé pensándo bien lo que diría —. Quiero pagarle a Padme con la misma moneda, y tú me vas a ayudar.




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Hola :D
¿Les gustó el capitulo?

Les dije que aquí se desvelarian algunas cosas que de AMBROSIA no entendieron, así que espero que a esta historia también la lean con tantas ganas como lo hicieron con la otra.

Gracias por el apoyo.

Quería anunciarles aquí que he decidido sumarle a mi lista de creaciones, una fanfic de NILS KUESEL, y que si no saben quién es, pues mejor porque luego de saberlo no las dejara dormir.
Ese chico enamora hasta a un nopal.
Pero bueno, quise hacerlo por lo que me gustaría que se pasarán por mi perfil y agregaran HEAVEN is too far AWAY a su biblioteca.

Sin más que decir.

Dioses de la DISCORDIA | Damián & Eris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora