9

646 72 20
                                    

Eris Hanson

Las sonrisas no siempre eran sentimiento de algo agradable, más bien algo inevitable que correspondía a lo desconocido, pero resultaba excitante.

Su sonrisa.

◇◇◇ 🥀 ◇◇◇

◇◇◇ 🥀 ◇◇◇

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me negué.

No podía hacer esto.

¿Dónde quedaría mi dignidad si aceptaba?

Él quería que yo actuará.

Yo era buena actuando, mintiendo, incluso demostrando sentimientos que jamás me atrevería a querer corresponder en realidad.

Una farsa.

Después de todo mi vida había sido una.

Creciendo con personas a las que llame padres, pero no lo eran.

En un ambiente al que no pertenecía.

¿Qué más daba seguir en ese rumbo?

Las mentiras se habían vuelto parte escencial en mi vida.

—Eris —el pelinegro llamo mi atención.

Me encontraba mirando a través de la ventana que daba al jardín delantero de la casa que mi padre había comprado para mí. Ya que incluso él no solía habitar la mansión Hanson, es que decidí seguir cerca de mis amigos. La manada. Mi nueva familia.

—Me resulta gracioso —le dije a Damián.

—Sé que es elocuente, pero quiero hacerlo.

—Sabes lo que conlleva esto, ¿no? —inquirí enarcando una ceja.

—¿Besos? ¿Caricias?

—Ajá.

—No tengo problema con eso.

Mentir era una parte importante de mi ser, pero, no podía mentirme a mi  misma.

Esa confesión suya no había pasado desapercibida en mi interior. Incluso sentí un cosquilleo en el vientre bajo.

—¿Estás diciendo que no tienes problema con besarme? —me gire a su dirección.

Los ojos de Damián me escudriñaron de abajo a arriba.

Estaba segura de que él era de las pocas personas que podían conocerme sin siquiera tener que pasar mucho tiempo tratando de indagar en mi vida.

Era como si pudiera ver a través de mi.

Y para mí sorpresa...

Él se acerco. A paso lento, sin dejar de recorrer mi cuerpo con su mirada.

Me hacía sentir expuesta, vulnerable... Y misteriosamente eso comenzaba a gustarme.

Cuando se puso frente a mi, alzo una mano y gentilmente peino un mechón de mi cabello para llevarlo detrás de mi oreja.

Entonces con su fuerza tiro de mi mano para atraerme hacía si.

Mi pecho choco con el suyo y un jadeo de sorpresa se escapó de mis labios.

La diferencia de altura se hizo presente cuando mis ojos podían ver sus labios, y si alzaba la mirada un poco más me encontraría con la de él.

Podía sentir el pulso algo acelerado a chocando en mi pecho.

Él podía sentirlo también.

Sus dedos acariciaron mi mentón y con uno de ellos delineó mis labios.

Me obligue a mirarlo a los ojos.

El acto intimo torno al ambiente en color rojo.

Me aclare la garganta y trate de alejarme. Era suficiente para mí.

Damián sonrió con malicia y aquello me embeleso.

—Estaremos en combate —dijo él —. Y quien caiga ante el otro primero habrá perdido la batalla.

Termine por alejarme y lo mire de la misma manera en la que él me había mirado. Yo también podía conocerlo sin necesidad de hacer preguntas, pues sabía las respuestas.

Quizás el que cayera primero no iba a perder.

Porque si yo caía ante Damián Fox, definitivamente iba a ganar.

Y si Damián Fox caía ante mi, tampoco perdería.

Lo que él no dijo, pero si dejo claro fue que yo caería primero.

Eso sí yo no lo hacía caer antes.

__________________________

Hola 🐇

Me gusta mucho esta fanfic, siento que hay cierta tensión.
¿Pueden sentirlo?

Déjenme saber que piensan...

Nos leemos pronto.

Dioses de la DISCORDIA | Damián & Eris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora