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No nos dirigimos la palabra en toda la mañana siguiente. El break del almuerzo ya había terminado y las escenas con los actores principales también, aun así corría por el recinto buscando a Max después que tres personas me dijeran que estaba preguntando por mí hace más de una hora.

—¡Al fin te encuentro! —le dije cuando llegué a su lado. Tuve que recobrar el aliento para volver a hablar—. ¿Por qué no me llamaste al celular?

—Lo hice, pero no respondiste, además, prefería hablar contigo en persona —su rostro me dio entender que era algo importante.

—¿Algo va mal?

—¿Sabes qué sucede entre Aaron y Luke? —preguntó sin rodeos, me pilló por sorpresa, tanto que no me dejó contestar—. Cualquier cosa que esté pasando entre ellos debe parar, Carolina, no me importa qué es. Aaron es tu artista y es tu deber que las cosas funcionen con él, tanto en el set como fuera de él. Soluciónalo.

Y con eso caminó hasta perderse.

Tuve que contar hasta diez. Respirar profundo y volver a contar.

Si iba a solucionar la mierda que tenían entre ellos tenía que hablarlo civilizadamente, quizás así podría hacerlo entrar en razón.

Rogué por encontrarlo en su remolque, ya que su día había terminado. Estaba ahí, sentado como si nada hubiera pasado, aunque no tenía idea qué demonios había pasado.

—Aaron, ¿podemos hablar? —pregunté con calma.

—No tengo ganas.

Cuenta hasta diez, Carolina.

—Entonces solo escucha —hablé con el mismo tono de voz.

—No quiero ni hablar, ni escuchar.

—¡Por la mierda, Aaron! ¡Deja de comportarte como un niño!

Ok, no funcionó lo de ser civilizada.

—¿Y ahora por qué me estoy comportando como uno según tú?

—¿Estás de broma? ¿Quizás por el hecho que estás arriesgando el trabajo de todos por tus malditas discusiones con Luke? ¿Qué demonios está pasando con él?

—Lo que pase con él no es de tu incumbencia.

No me había mirado en ningún momento, ni siquiera cuando comencé a alzar la voz, pero se notaba a creces lo enojado que estaba.

—Lo es si Max me está regañando a mí por tu culpa. Por la mierda, Aaron, me dijiste que se solucionaron las cosas con él, ¿por qué demonios volviste a comportarte como un idiota? Ya es suficiente que te comportes así conmigo, ¡no tienes por qué hacerlo con el resto del mundo!

—Déjame en paz de una vez —estaba más irritado que antes.

—¿Estás molesto conmigo? —dije de la nada, pues no sabía cómo había llegado a eso—. ¿Estás enojado conmigo porque saldré con Trevor y te estás descargando con él?

Al fin me miró, sus ojos oscuros, clavados en los míos, como si quisiera echarme de su remolque.

—No te des tanto crédito, Carolina, no todo gira entorno a ti.

Me avergoncé de haber preguntado esas estupideces. Y también me avergoncé de querer escuchar otra respuesta.

—Arregla esto, Aaron, no volveré a repetirlo. Arregla tu mierda con Luke —le dije apuntándolo con un dedo, amenazadora.

Tomé mis cosas y con un portazo salí de ahí, y también escuché algo de adentro, no sabía qué fue, pero pareció como si hubiese dicho algunas palabrotas al aire.

La AsistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora