Capítulo 8: Maracas

1.7K 177 268
                                    

Capítulo 8: Maracas

Narra _________:

Sobria no estaba, pero sí estaba lo suficiente consciente como para saber lo que estaba haciendo.

Quería darle un beso al Chifu, desde un principio tenía en claro que me lo iba a comer, y esta es la ocasión perfecta para hacerlo, pero él se veía avergonzado y preocupado, tal vez por el estado en el que ambos estábamo, o sea, más curaos que la conchetumare, pero yo estoy totalmente consciente de lo que hago y de lo que quiero, y quiero que el Chifu me tome como él quiera.

–¿Me vai a dar un beso o voy a tener que hacerlo yo?–

–______, ninguno de los dos está sobrio, no quiero que después me funen por aprovecharme de alguien que está cura...–

–Ay ya cállate weon, me aburrí– lo tomé del cuello de la camisa y le di un beso, esto de tomar la iniciativa se me está haciendo costumbre.

Al principio se resistió un poco, se veía temeroso, pero después de un rato me correspondió, moviendo sus labios junto a los míos y llevando sus manos a mis mejillas.

Narra Yazuha:

–Voy a buscar algo pa tomar– le dije a la Hina, que estaba hablando con su pololo de algo que, la pulenta, no me importaba mucho.

Con mi vaso en mano, fui a la cocina a servirme algo, y cuando me venía pasé al lado de la Emma y el Draken que se estaban comiendo.













Espera ¿qué wea?

Me devolví en mis pasos y miré bien

En efecto, ese pelo rubio y esa calva son inconfundibles, estos culiaos definitivamente se están comiendo.

–¡Yazuha! Ay, concha de la lora, no le digas a nadie– la Emma parecía espantada al ver que me di cuenta. Yo me tapé los ojos y empecé a bailar.

–Yo no veo nada, yo no veo nada, yo no veo nada– caminé lejos de ahí.

Salí de nuevo al patio, pero no vi por ningún lado a la Hina y al Take, pero lo que sí vi, fue un pequeño bulto en la mecedora. Me acerqué de puro cahuinera y lo que vi me dejó pero el Shock.

El Mitsuya y mi hermano, comiendose, bajo una frazada de polar.

Kestapasandaaaaa

En cuanto se percataron de mi precencia, se sentaron y se alejaron el uno del otro

–¿Creen que soy weona?–

–Ya pero hermanita, quedate piola sipo– me pidió mi brother.

No les iba a mentir, sabía perfectamente que al Hakkai le atraía el Taka, que le trae ganas y la wea, pero por muy feliz que esté por él porque lo logró, sabía que es difícil para mi hermano admitir lo que siente. Aún está confundido sobre su sexualidad, porque el único hombre que le ha atraído ha sido Taka, me gusta decirle "Mitsuyasexual". Se veía rojito, avergonzado, pero sonreía, sonreía como nunca antes había sonreído. Yo sólo solté un suspiro, tapé mis ojos y nuevamente me puse a bailar.

–Yo no veo nada, yo no veo nada, yo no veo nada– me fui de ahí, caminando de espaldas.

La noche era caotica, todos comiendose con todo, y yo lo único que había comido fueron unos chetos de mani que habían en la cocina, me los comí pa que no me diera la pálida.

–Ay, quiero mear...– dije en voz alta y para mi misma.

Me fui al baño, pero al parecer estaba ocupado, porque la luz de dentro estaba prendida. Toqué la puerta para saber quién estaba dentro, al rato escuché un "ocupado" de una voz conocida, era la _______.

Mamá, me enamoré de un pandillero (Tokyo Revengers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora