Capítulo 18: Dale Corte

1.1K 129 102
                                    

Capítulo 18: Dale Corte

–¡Yaaaa po, ______, apurateeee!– mi puerta fue golpeada repetidas veces por el Mikey

–¡Esperate conchetumare!–

–¡Se van a acabar los dulces!– se quejó

–Oh el culiao desagradable– bajé la brocha de maquillaje, me di una ultima mirada en el espejo y salí –Listo–

–Oooh– dijo el Baji, viéndome de arriba a abajo –Te veis rica, besti–

–Gracias– le sonreí y fuimos hacia el living, donde estaban todxs esperándome para salir a pedir dulces.

–¿Esta mina es mi casi polola?– el Mitsuya vini corriendo a mi, abrazándome por la cintura

–¿Me veo bien?– le pregunté, sonriendo de lado 

–Hermosa, preciosa, una diosa inigualable– me llenó de besos, haciéndome reír ligeramente, sin embargo, pude sentir una mirada que me inquietó, y al percatarme bien de donde provenía, se trataba el Chifu, quien en cuanto vio que lo estaba mirando, se fue a otro lado, fingiendo que él no estaba viendo nada. 

–¿Ya nos podemos ir?– preguntó el Mikey, desesperado por salir a pedir dulces. 

–Oh el mono pesao weon– dijo el Draken –Ya, vamos– 

–Nos vamos mami– le grité 

–¿Van a volver?– me gritó de vuelta desde su pieza 

–Si, vamos a venir a buscar las cosas pa después irnos de nuevo– 

–Cuídense– nos gritó a todos, a lo que le respondimos el grito y salimos de la casa.

(Créditos a quien le corresponda)

En cuando salimos del condominio, vimos a grupos de niños correr de un lado a otro, pidiendo dulces en la calle de enfrente, el Mikey no tardó mucho en unirse a los niños y comenzar a correr, pero el Draken lo tomó del cuello de la capa, impidiendo que se alejara demasiado. 

–Empecemos por allá y luego subimos a donde están los cuicos, esos dan cualquier dulce– les dije, indicándoles el principio de la calle 

–Vamos, vamos, vamos– pidió desesperado el Mikey 

–Ya, ya, ya– dijo el Kazu, poniendo sus manos en los hombros del Mikey pa que se calmara. 

–Yo traje mi arsenal– el Baji abrió su calabaza y nos mostró, tenía cerca de una docena de huevos 

–Me parece maravilloso– rio el Smiley junto con él. 

–Empecemos entonces– dije y comenzamos a caminar.

–¡Dulce o trucooooo!– gritó el Mikey en la primera casa, de donde salió una señora que parecía de edad

–Que lindos niños– dijo la señora, echando dulces en nueatras calabazas –Y miren a esa señorita, que buena moza–

–Uy, gracias – dije, sonrojandome

–No se lo decía a usted, se lo decía a ella– dijo apuntando al Baji, quien cambió su semblante a uno de "me estay weando"

–¿Cierto que es linda?– dijo el Chifu –Es mi polola–

–Muy lindos, muy lindos... Feloz jalorjin– dijo la señora y nosotros fuimos a la segunda casa

–Por la chucha– dijo el Baji, achicopalado

–Por lo menos te dijeron que te veis linda– intentó animarlo el Takemicchi.

Mamá, me enamoré de un pandillero (Tokyo Revengers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora