Capítulo 21: Chao con vo

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Capítulo 21: Chao con vo

–¡Despierten ahora par de weones si no quieren que me enoje!– música pa mis oídos esa wea.

–Pero tíaaaaaa, no quiero ir al colegio– pude escuchar al Kazu quejarse desde su pieza, mientras yo me sentaba, medio muerta, en mi cama.

–Aaaah pero pa quedarse jugando hasta las tantas si son buenos– mi mamita entró a mi pieza y me abrió la cortina, dejando que entrara la luz natural –Arriba, arriba, arriba, no pueden faltar al colegio–

–Mami me siento malita– mentí, haciéndome la enferma

–Por andar a pata pela, levántate altiro– salió de mi pieza, yendo a la del Kazu –¡Hanemiya por la chucha, te he dicho que durmai con ropa!–

–¡Aaaah! ¡Tía no me mire la pirula!–

Que son caóticas las mañanas en esta casa, por la chucha.

[•••]

–Buenos días, alegría, buenos días, señor sol–

–Cállate aweonao– el Baji le pegó un combo en la cara al Smiley por wearlo tan temprano

–¡Oye ctm!– el Smiley se le tiró encima y entre todxs intentamos separarlos

–Puta los weones, no se pueden quedar quietos– los retó el Draken, con cada uno de los weones bajo los brazos

–¡Weeeeena descendientes del aparato reproductor masculino!– el Michi llegó demasiado energético, como siempre

–¡qUE PAAAAAA HIJOS DEL PICO!– y detrás de él, el Fuyu

–¿Y a estos qué wea les pasó?– me preguntó el Mikey, que tuvieran tanta energía tan temprano era muy raro 

–Ni idea, tal vez su profe no vino– le respondí, encogiéndome de hombros y tomando cafecito de mi termo, hacía más frío que la chucha y yo ando sin pantys 

–En realidad, si vino– dijo el Fuyu –Andamos energéticos porque hace tanto frío que ya me zumbé como litro y medio de café– comenzó a saltar enérgicamente de un lado a otro 

–Tiene pidulle– rio el Baji, a lo que le seguí la risa 

–A todo esto ¿Cuándo son las alianzas?– preguntó, super de la nada, el Smiley 

–Pal aniversario del colegio po ¿o no?– respondió el Hakkai 

–¿Y eso cuándo es?– pregunté esta vez yo 

–Ah no cacho– se encogió de hombros mi compañero que le tiene miedo a las minitas –Nadie sabe, sólo se sabe que es cuando son las alianzas– 

–La volaita– dijo el Kazu, que estaba acurrucado a mi lado.

–¿Vo no estabai suspedio?– preguntó el Draken 

–Sí, pero vine porque soy choro– respondió con una clara mentira, estaba acá porque si se quedaba en la casa mi mamá lo iba a obligar a hacer aseo en toda la casa él solo. 

–Mentiroso culiao– me reí de él

–Cállate, zorra– me miró feo, y yo le pegué con el termo en la nuca, haciéndolo caer de donde estaba sentado pa tirarse el suelo y sobarse la cabeza. 

–Por weon– se rio el Taka, que aprovechó que el Kazu se movió pa sentarse al lado mío y abrazarme pa que se me quitara el calor. 

Estaba muy cómoda en sus brazos, era muy calentito, sobre todo porque andaba con una chaqueta de esas peluditas, era tan rico abrazarlo, pero por desgracia, el timbre sonó, y tuvimos que movernos todos hasta nuestras salas. 

Mamá, me enamoré de un pandillero (Tokyo Revengers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora