Capítulo 10+1: No estoy bien

1.5K 172 356
                                    

Capítulo 10+1: No estoy bien (no me quiero arriesgar a decir el número chistoso)

–Mikey, weon, por enésima vez, coordinate con los demás– lo retó la Emma

–¿Y por qué yo me tengo que coordinar con ellos y ellos no conmigo? Tal vez todos están mal y yo soy el único que estoy bien– se defendió

–Igual tiene un buen punto– lo apoyó el Baji

–No le avivis la cueca– esta vez, la Emma retó al Smiley

–Cueca, viva chile, tikitikiti– se desvió el Nahoya

–_______, ven un poco– mi entretención viendo a los cabros bailar se vio interrumpida cuando el Mitsuya me llamó, yo asentí y fui con él.

–¿Qué pasa, Taka?–

–Necesito que participes en la competencia de cueca conmigo–

–¿Qué?– me pilló volando bajo, esa wea no me la esperaba

–Eso... De los cursos que nos tocaron, no hay ninguna mina que baile bien cueca, la Javiera es la más decente, pero dice que quiere bailar con el Chifuyu– igual tenía razón, mujeres que bailaran bien cueca no teníamos en el equipo rojo, quedaron todas en el blanco y el azul, la diferencia es que nosotros nos quedamos con los minos que bailan cueca

–Pero yo no bailo cueca– mentí

–No seai mentirosa, weona, Dios te está mirando– giró los ojos– Tu mamá nos contó que bailai cueca desde chica, que estuviste en un grupo folclórico y ganaste como dos competencias de cueca–

–Pero fue hace años–

–Bailar cueca es como andar en bici  nunca se olvida– me sonrió –Por fa, ______, de verdad queremos ganar esta wea–

–Puta la wea– hice un ligero berrinche –Ya oh, voy a bailar, dejame avisar que ya no voy a estar en la wea de los juegos–

–Eris la mejorcita– me dio un beso en el cachete.

Hace una semana, más o menos, nos había dado los equipos para la fiesta del 18, por primera vez, según lo que me dijeron los cabros, las principales cabecillas de la Toman estaban juntos, y lo agradecían, porque siempre terminaban metidos en problemas.

Me contaron que el año pasado el Baji le rompió el poncho al Draken, le manchó con anilina los trajes de caporal a los Kawata, y robó los premios del palo encebao, el Mikey supo y se vengó, perdiendole una bota al Mitsuya, se robó las longanizas de la ramada y rompió los pompones de las minas que iban a bailar la wea chilote.

Simplemente: los cabros.

–¡Mikey, te voy a sacar la cresta si seguis!– a lo lejos escuché a la Emma retando al Mikey

–Aaaah ya me aburrí, me voy a dormir– el rubio enano se cruzó de brazos y se fue.

–¡Que practiquen los de la cueca!– se pudo escuchar a lo lejos, a lo que todos los demás aclamaron en afirmación.

–Vamos– el Mitsuya pasó un brazo por mis hombros y fuimos al centro de la cancha.

–¿Qué hacis vo aquí?– la weona pesa y desagradable de la Javiera llamó mi atención

–¿Qué te importa a vo?–

–Vai a dar pura vergüenza, si soy la única que sabe bailar bien cueca–

–Ya po– no quería seguirle el juego.

–Toma _____– la Yazu me pasó un "pañuelo" que en realidad era una bufanda de lana.

Mamá, me enamoré de un pandillero (Tokyo Revengers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora