TN estaba nerviosa, muy nerviosa. Alice le arreglaba el pelo con una sonrisa, mientras Emily y Rossalie cuidaban a sus hijos, Rossalie estaba encantada, pues como Renneesme ya no era una bebe... No le prestaba tanta atención como antes. El pequeño Noah jalaba el pelo de la rubia, y a esta no le parecía importar, todo lo contrario. Sonreía feliz al tener al bebe en brazos.
- Tranquila...-Alice le hacía un bello arreglo de pelo, aun que la castaña había insistido en que no quería nada llamativo, nadie podía contra la vampira - solo respira y relájate, solo te casarás, unirás tu corta vida con la de la persona a la que más amas y el padre de tus hijos.
- Noah y Hanna son tan lindos - escucho la voz de la rubia - Oh, pequeño Noah ¿Qué te espera en el futuro?
- Ella siempre quiso ser mama - explico Alice. Termino su labor con una sonrisa.
Se miro al espejo y no se sintió cómoda así, ella había querido que fuera más sencillo, pero no. Su error fue decir "Si" a Alice. Miro a sus hijos, vestidos igual de blanco a juego. Al final termino sola.
En la pequeña habitación de Jacob, mirando a través de las delgadas cortinas, apretó sus puños contra la cama e intento calmar sus nervios. El señor Newtoon entro a la habitación y la miro con una sonrisa.
- ¿Nerviosa? - le pregunto, el sería el que la llevara al "altar". Ya que iba a ser el señor Black, el que los casaría, pues era uno de los jefes de la tribu. - cuando me case, yo estuve mas nervioso que mi esposa... Ella se veía... Resignada a su destino junto a mi.
Así ambos caminaron para salir de la casa de los Black, no muy lejos estaban todos amontonados, la miraron con una sonrisa. Pero ello no los miraba a ellos, ella solo miraba a su futuro esposo, al que en unos momentos estaría atada a el por el resto de su corta vida.
- Te ves hermosa.... - sonrió el moreno cuando llego a el, la chica se sonrojo.
- Tu te ves genial...
Ambos tomados de las manos miraron al señor Black, el cual se veía satisfecho.
- Bien, estamos aquí, para unir a estos dos jóvenes por el resto de sus vida, ante los ojos de nuestros ancestros. ¿Ustedes, prometen amor eterno?