Por breves lapsos de tiempo de esta primera semana en Henderson Enterprises me había dado la impresión de estar trabajando en una empresa totalmente ajena a Dylan Henderson, y es que desde aquella última conversación que tuvimos no nos habíamos vuelto a topar, tenía la certeza de que asistía a la empresa ya que solía encontrarme con su elegante firma en algunos documentos, además, al llegar por las tardes su auto se encontraba en el estacionamiento, cuando mi hora de salida llegaba, el auto seguía en el mismo sitio. Al parecer se había tomado realmente en serio mis palabras, y aunque sea totalmente incoherente a lo que yo misma pedí, por algunos instantes deseaba al menos encontrarlo en el pasillo, pese a eso soy consciente de que era mejor mantener la mayor distancia posible.
-Amelia, es necesario que estos documentos sean firmados por el Señor Henderson, el Señor Smith y usted. -Dijo Caroline luego de ingresar a mi oficina.
-Los firmaré y luego podrás llevárselos.
-Este tipo de documento debe ser socializado por las tres personas en sus cargos, luego de eso se procede con la firma, son normas de la empresa. -Dijo justificando la razón.
-Está bien. -Dije resignada, tendría que reunirme con Dylan, justo cuando agradecía no tener que encontrarme con el -Avísame cuando el Señor Henderson y el Señor Smith estén reunidos para unirme a la junta.
-El señor Smith se encuentra fuera de la ciudad por negocios, debido a eso el Señor Henderson tomará las decisiones en su lugar, como jefe está en todo su derecho, sin embargo, Amelia, su opinión es indispensable. -Es decir, tenía que asistir o asistir ¡Genial! Pensé con sarcasmo.
-Ok, avísale a la secretaria del Señor Henderson que en diez minutos estaré ahí. -Definitivamente sólo sería entre los dos. -Y Caroline. -La detuve antes de que pueda salir de mi oficina. -Puedes tratarme de tu. -Le dije con una amistosa sonrisa.
-Está bien Amelia. -Me respondió devolviéndome la sonrisa.
Revisé la carpeta con los documentos y faltando dos minutos de los diez, decidí ponerme en marcha hacia la oficina de Dylan.
-Buenas tardes Señorita Jonhson, tengo una reunión con el Señor Henderson. -Le hablé a su secretaria.
-Buenas tardes Señorita White, puede pasar.
Luego de dar unos golpecitos en la puerta su voz me responde con el casual "adelante".
-Buenas tardes Señor Henderson. - Saludé una vez dentro.
-Puede tomar asiento. - Me respondió de forma seria, sin levantar la mirada de la pantalla del computador y haciendo caso omiso a mi saludo.
-Me informó Caroline que debemos revisar estos documentos para poder firmarlos. -Dije una vez que me había acomodado en la silla frente a el escrito.
- ¿Ya los revisó? - Me preguntó, esta vez mirándome, desde que entré no había despegado la mirada del computador.
-Si, de hecho, tengo algunos puntos que tal vez se podrían mejorar. -Le sugerí.
-Perfecto Señorita White, cambie lo que considere necesario, luego me lo envía por correo para aprobarlo, después de eso podremos firmar. -Dicho eso volvió a enfocar su atención en la pantalla.
Me estaba ignorando totalmente, es decir, yo le pedí distancia, pero este es un asunto laboral que requiere ser tratado, sin embargo, es como si no soportara mi presencia.
-Está bien Señor Henderson, en un momento le llegará el correo. -Sin más que decir me puse de pie y me retiré del sitio, él no se inmutó en lo más mínimo, era evidente que se había tomado mis palabras de la manera más seria posible, sin embargo, me molestaba que en asuntos laborales también se comporte así, no quería involucrarme en el ámbito personal con él, pero en mi trabajo me gusta ser responsable y sentía que su actitud tampoco era la mejor ya que se trataba de asuntos laborales; pese a eso, también tengo conocimiento de que con sus empleados suele ser muy serio, distante, respetado y hasta temido, tal vez sólo me está tratando como a los demás, lo cual fue algo que también le pedí, mi mente ya no sabía si su actitud era debido a algo personal o si así de idiota era siempre.
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AMELIA
RomanceA poco de haberse titulado como arquitecta, Amelia decide darle un giro a su vida e ir a realizar su máster a la gran ciudad de Nueva York, la nueva vida sonaba realmente encantadora, entre trabajar, estudiar y compartir con su mejor amiga Emma, nad...