Había mucho silencio a mi alrededor, empecé a abrir mis ojos con pesadez, todo estaba obscuro, me encontraba acostada a un costado de mi cama y el puesto a mi lado estaba vacío, imágenes de lo ocurrido empezaron a llegar a mi mente, una tras otra ¡Qué había hecho! Me reproché, tomé el reloj que estaba en la mesa de noche, eran las tres y veinticinco de la madrugada, él se había ido, no sé cuándo, pero se había ido, la culpa empezó a crecer en mí, fui en contra de mis principios, y el hecho de haberlo disfrutado tanto hacía que aumente mi cargo de conciencia.
***
Me cuestioné varias veces si era necesario regresar a Henderson Enterprises, estaba por hacer oficial mi renuncia y la posibilidad de no volver me resultaba tentadora luego de lo sucedido, sin embargo, después de pensarlo muchas veces decidí regresar, aún tenía que terminar unos asuntos y en algún momento tendría que regresar para asentar mi renuncia, solo debía evitar a Dylan a toda costa y olvidar lo sucedido, o mejor aún, fingir que nada pasó; para mi buena fortuna no lo había visto en toda la tarde y mi hora de salida estaba próxima.
- ¿Salimos por algo de comer esta noche? -Me preguntó Caroline quién se encontraba conmigo en mi oficina.
-Por supuesto. -Le respondí sin levantar la mirada del computador.
-Así quedamos. -Dijo contenta mientras se retiraba. -Señor Henderson. -La escuché decir nerviosa al instante en el que abrió la puerta, mi sentido de alerta se encendió.
- ¿Se encuentra la Señorita White? -Escuché su voz preguntando por mí.
-Esta adentro. -Le contestó Caroline aún nerviosa, se notaba en su voz, en serio le temen a Dyaln, me dije a mi misma.
-Gracias. -Le contestó él, Caroline se retiró y la silueta de Dylan ya estaba frente a mí. ¡Aquí vamos! Pensé.
- ¿Como te encuentras, Amelia? -Me preguntó estando de pie con las manos en los bolsillos de su pantalón.
-Bien. -Contesté mientras fingía trabajar en la computadora.
- ¿Sigue en pie la idea de irte?
-Acaso tendría una razón para cambiar de opinión. -Le contesté, aunque se escuchó más como una pregunta.
-Tenía la esperanza de hayas cambiado de parecer.
- ¿En serio creíste que por lo que pasó aquella noche, que por cierto jamás debió pasar. -Aclaré. - Me ibas a convencer de quedarme? -Pensar que ese pudo ser su plan me hacía sentir indignada, no quería sacar el tema a relucir, de hecho, era lo último que quería, pero ahora me parecía humillante que haya hecho algo así.
-Como dices eso, no podría hacer algo así, Amelia, lo que pasó fue muy especial para mí.
-Para mí no significó nada. -Mentí.
-Sabes que no es cierto.
-No vamos a mantener esta conversación aquí. -Dije poniéndome de pie, en serio no quería mantener esta conversación.
-Está bien, no mantengamos esta conversación aquí, te invito a cenar algo esta noche. - Me propuso.
-No puedo, tengo un compromiso. -Fui cortante.
- ¿Cuándo puedes? -Preguntó.
-No puedo, tengo varias cosas que hacer antes de irme.
-No importa, dime la hora que sea, de madrugada si lo prefieres.
- ¿Qué buscas Dylan? Termina de entender que no hay nada que discutir, si te inquieta saber si lo que paso cambió algo, pues no, eso fue un error, eso nunca debió suceder, eso debe ser olvidado.
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AMELIA
RomansaA poco de haberse titulado como arquitecta, Amelia decide darle un giro a su vida e ir a realizar su máster a la gran ciudad de Nueva York, la nueva vida sonaba realmente encantadora, entre trabajar, estudiar y compartir con su mejor amiga Emma, nad...