Capitulo 20.

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Malia por fin llegó a la escuela. No era mucho de pensar en temas triviales pero al no tener muchas ganas de presentarse a estudiar, decidió reflexionar un poco acerca de su relación con Stiles (pero como buena autora, le daré privacidad a los pensamientos de Malia) Después aquel momento filosófico, por fin reunió las fuerzas para ir a la escuela...más no para entrar a clases, así que se dirigió al cuarto de artes para pasar el tiempo, al entrar se topó con Lydia con lienzos en blanco alrededor de ella y cara perdida.

-¿Lydia?...¡Lydia!-gritó Malia. Lydia desperto de su letargo y miró con extrañeza a Malia.
-¿Que sucede?-preguntó Lydia con una mezcla entre confusión y exasperación.
-Tu mirada estaba perdida y te veías aterradora ¿estás bien? ¿Alguien va a morir? No seré yo, ¿verdad?-exclamó Malia con su normal sinceridad.
-Si, estoy bien.-contestó la banshee mientras rodaba los ojos.-La verdad no se que estoy haciendo aquí. Es solo que... yo trataba de escuchar...el viento...
Lydia miró a Malia, asustada. Intentaba hablar y explicarle a su amiga lo que estaba escuchando y comenzaba a ver detrás de ella, pero en vez de eso, se desmayó.

Malia no sabia que hacer, no se había percatado de lo que Lydia había visto y aún no tenía idea de que hacer cuando Lydia tenia uno de esos "episodios", recordó que los chicos estaban en el campo pero era obvio que no podia dejar a Lydia sola.
Tenía que reaccionar rápido.
El telefono de Lydia comenzó a sonar. Era una simple alarma pero eso fue suficiente para hacer reaccionar a Malia. Ella tenía el teléfono de Parrish, podría llamarlo y pedir ayuda. Y si el no contestaba, podría llamar al padre de Stiles.
Asi que marcó el número lo más rápido que le permitían sus dedos, pero justo cuando Parrish tomó la llamada, ella lo vió; aquella figura la asustó.

-¿Hola? -contestó Parrish por el telefonó. Al mismo tiempo, Malia habia visto algo en la parte de atras de la cabeza de Lydia.
En la nuca, tenia una marca negra muy extraña; un circulo pequeño dentro de un circulo grande... era obvio que Lydia no pudo habersela hecho a si misma.-Lydia, ¿eres tú? ¿Está todo bien?.-seguía repitiendo Parrish por el telefono.
Pero Malia no podía hablar. Mientras tenía tantos pensamientos que nublaban su mente, una ráfaga muy fuerte de aire entraba en la habitacion desordenandolo todo. Derrepente un dolor indescriptible pasó por la pierna de Malia mientras una figura larga, muy delgada y grisácea se alzaba sobre ella. Aquella cosa ma había herido, si que ella se hubiera dado cuenta en que momento lo hizo.
Al verla, Malia intentó reaccionar pero no podía; simplemente gritó y se desmayó.
Parrish; quien en ningún momento había colgado la llamada; lo escuchó todo desde el teléfono y corrió enseguida a buscar a las chicas.
Pero nadíe se había percatado de lo que habia pasado, aquel aula seguía intacta y en completo silencio.

Cuando Parrish llegó, no sabía por donde comenzar a buscar. Mientras decidía, encontró a la directora; quien era la madre de Lydia y se dispusieron a buscar a las chicas.
La figura larguirucha salió de alli, sin dejar ninguna evidencia mientras seguía merodeando por la escuela, más los únicos que podrían verla eran los pocos escogidos sobrenaturales.

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