Capitulo 54.

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-¿Que sucede Liam?- preguntó Stiles preocupado.
-La...la drenaron.-respondió Liam, bajando la cabeza y cubriendo su rostro con las manos.
-¿Eso que quiere decir?- agregó Malia, quien no entendía lo que el chico se refería.
-Le arrebataron sus poderes. Ya no los tiene.-contestó una voz temblorosa del fondo. Era Scott.
Los presentes se miraron entre ellos. Si bien ninguna de las chicas había salido gravemente herida, una parte de Lynn había muerto ese día; la tristeza era palpable.
También estaban cansados, los habían atacado sin darles algún descanso y sin siquiera saber cómo combatir lo que sea que los quería acabar.

Todos sentían como si le hubieran fallado a Lynn, habían prometido protegerla y ahora este acontecimiento, golpeaba duramente a la manada.
Scott tenía la cabeza agachada, ¿cómo había podido pensar que todo lo que sucedía era culpa de Lynn? ¡Ella estaba siendo la más afectada!
Su madre se acercó por detrás, le tomó de un hombro y lo hizo que volteara hacia atrás.
-Cariño, Lynn quiere verte.
-¿Puedo verla después de Scott? Necesito hablar con ella.-preguntó Liam.
-Por supuesto.-le contestó Melissa.
La manada no era la única afectada, Melissa se había encariñado con Lynn desde el momento que la conoció, cada correo y palabra, la hacían quererla más y más.
Al principio, pensaba que se trataba de su instinto maternal, la chica era huérfana de madre, y el poco amor que le quedaba por su ex-marido. Pero pronto descubrió que la niña era maravillosa. No supo de sus poderes hasta después de que Scott obtuviera los suyos, ella estaba asustada, mucho más cuando se enteró que su hijo también era parte de aquel mundo sobrenatural.
Y ahora habían llegado a esto. Que ella llegará a Beacon Hills, verla hacerse tan unida a Scott, y tenerla en el hospital más veces de lo que a ella le hubiera gustado; quería que esto se resolviera rápido o poder enfrentar esto por sus hijos. ¿Sus hijos? Si, así era. Por que Lynn ya no era "la hija bastarda de mi ex-marido", era su pequeña, eso lo sabía desde hace mucho; y le dolía.

Cuando entraron a la habitación, Scott miró de reojo la habitación contigua donde se encontraban Lydia y Kira, las lágrimas que había retenido frente a sus amigos, brotaron una a una; para cuando se acercó a la puerta de la habitación, tenía los ojos rojos e hinchados, pero observaba atentamente a la chica, con miedo de lo que se fuera a encontrar.
Cuando Lynn abrió los ojos, su hermano se sobresaltó. Los hermosos ojos color miel de ella, no estaban; en cambio, tenía el ojo completamente negro, como una gran pupila dilatada.
El Dr.Deaton se acercó a Scott y le explicó entre susurros.-No te preocupes, es efecto de su falta de poderes, pasará...pero ella aún no lo sabe.
Eso le dolió mucho, pero sabía porque Deaton se lo decía a él; sería el encargado de darle la noticia a su hermana.
Se acercó a la camilla y observó con detenimiento a Lynn; ella se alegraba de que su hermano estuviera allí, creyó que nunca lo volvería a ver denuevo; sus ojos se llenaron de lágrimas y se lanzó a los brazos de Scott, dándole un fuerte abrazo. Ambos se pusieron a llorar.
-Lynn, debo decirte algo muy importante.-dijo Scott mientras aún sostenía el pequeño cuerpo de su hermana. No estaba seguro de poder darle aquella noticia tan terrible pero era ahora o nunca.-Lynn...tu ya...ahora no...¿Puedes levantarte?- le preguntó Scott. Él no podía decírselo de frente, sabía que debía enterarse por ella misma. Le pidió que cerrara los ojos y la guió al espejo del baño.
-Quiero que abras los ojos.
Ella los abría lentamente, temiendo con lo que se iba a encontrar, por eso no había pronunciado palabra desde que había despertado.
Un escalofrío recorrió su cuerpo al encontrarse con esos ojos negros; sabía lo que significan, no había necesidad de preguntas, aunque no evitó que un sollozo grande saliera involuntariamente de sus labios.
Scott la abrazó fuertemente pero ella no estaba dispuesta a derrumbarse frente a su hermano, él ya había soportado suficiente.
Se separó de él, lo miró a los ojos, con una mueca y tratando de frenar las ansías de explotar en llanto, le dijo.-Necesito estar un momento sola.
Scott asintió, y antes de marcharse le dijo.-Liam quería entrar a verte.-su voz aún temblaba.
-Dile que espere afuera, lo llamaré en un minuto.-contestó ella.
Dicho esto, el Alfa cerró la puerta y se marchó.

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