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11. Mi error fatal

Luego de aquel anuncio me retiré a Athenas inmediatamente. Y lo que pensé sería algo momentáneo para retomar mi destino a Delphos, se vio nuevamente frustrado.

Esta vez la razón fue la guerra con los espartanos a una escala nunca antes vista por este mundo.

Los meses se convirtieron en años, y así estuve durante 3 años separados de ella.

Durante las noches veía su tierno rostro entre mis sueños. Me atormentaba. La añoraba. Y si no fuera por aquellas cartas que comenzamos a escribirnos, hubiera salido volando a buscarla.

Pero la verdadera razón es que no lo hice por mi estúpido orgrullo. Me rehusaba a admitir que ella me importaba más de lo que quería creer. Seguía pensando que sería ella la que me buscaría a mi y no a la inversa. Si bien había sido yo el que había comenzado a escribirle, había sido con el único fin de doblegarla y se enamorara de mi.

Sin embargo, nuestras cartas nunca llegaron a un nivel amoroso de pareja. Yo escribía algunas frases que había aprendido durante los siglos con otras mujeres, mas Airlia parecía no caer ni enganchar en mis seducciones. Siempre de una manera ingeniosa respondía todas mis cartas, denotando solo sentimientos de amistad y preocupación sincera por la guerra.

Me encontraba mirando el mapa militar con mis oficiales cuando uno de mis soldados mensajeros se acercó rápidamente:

"Mi señor" Dijo recuperando el aliento "Nuestro emperador Hipias ha retrocedido y se dirige a  Persia en búsqueda de asilo"

Si bien con mi ejército habíamos tenido numerosas victorias, los espartanos estaban atacando muchos frentes a la vez, por lo que nos habían ido suprimiendo poco a poco.

"Ha solicitado que usted con su ejército lo asistan lo antes posible para lograr llegar a Persia por el norte" Continuó.

"Podremos reunirnos con el emperador en 3 días si salimos de inmediato mi señor" Comentó uno de mis generales apuntando el mapa. "Justo a tiempo para abrir camino por el ejército Espartano norte"

"Si, creo que no hay otra opción" Dije tocándome la barbilla. Luego me dirigí al mensajero "Tomad un caballo nuevo y sal cuanto. Avisadle al emperador que Zale y su ejército responderá a su llamada"

Miré nuevamente el mapa.

"Qué pasará con el ejército espartano de oriente" Pregunté a mis generales.

"Nos ha llegado información que tienen intención de marchar hacia el Este. En cuatro días tomarán Athenas" Respondió otro de mis generales.

Sentí un frío que recorrió mi espalda. Si eso era cierto, estarían en 2 días en Delphos.

"Airlia" Susurré.

Luego comencé a mirar a todos lados, hasta que divisé lo que buscaba:

"¡Tú!" Le dije a un soldado jinete "Necesito que lleves este mensaje urgente a Delphos".

El mensaje era sencillo pero demandaba una respuesta inmediata:

Querida Airlia, mis fuentes me indican que los espartanos llegarán al oráculo al atardecer de este miércoles. Por lo que te ordeno te dirijas inmediatamente al norte a buscar resguardo. Mi soldado te entregará un caballo y una bolsa de oro para agilizar el proceso.

Por favor mi joven Pitonisa, necesito que estés a salvo.

Una vez el jinete emprendió su galope me sentí un poco más tranquilo. Y comenzamos nuestros propios preparativos para salir en dirección al norte en una hora más.