Capítulo 6: El Lobo solitario... Parte II

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Sé que había dicho que habrían escenas +18 en este capítulo, pero no está demás advertir.

Advertencia: sexo explícito en el capítulo.

-.-


Su boca sangraba, sus pies dolían, sus muñecas ardían por la fricción de las amarras, y su cuerpo se sentía pesado y adolorido. Podía escuchar como el tronar de unos huesos a sus espaldas, podía escucharlos rugir como si fueran animales... ¿Qué era eso?... ¿era una bestia?... no podía negar que tenía mucho miedo.

Sintió el fuerte olor de la sangre justo frente a sus narices y un ruido seco justo delante de él, como si hubieran dejado caer algo muy pesado.

Su cuerpo comenzó a temblar.

- ahora sigues tu – sintió el aliento en su rostro, caliente y áspero, aquella persona hablaba muy enserio – y como lo gozare – Tanjiro trago seco y el miedo se le subió a la garganta.

La sangre tapaba el aroma dulce y sinuosamente letal que se estaba posando sobre él.

Definitivamente no quería morir así.

Pero nada llego, todo se detiene, y el queda allí, esperando a que algo suceda.

Pensó que había sido una muerte muy rápida.

Escucha ruidos de zarpazos, golpes y unas palabras mal sonantes, se escuchaba doloroso y su miedo solo pudo crecer... Tanjiro apenas se puede dar cuenta que tiene los ojos vendados, no puede ver nada, ni siquiera sabe cómo puede huir.

Ahoga un grito de miedo cuando siente que lo tocan.

- Tranquilo... yo te protegeré – esa voz suave y calma le cala en los sentidos, e inconscientemente su cuerpo hace caso y se calma.

Tanjiro se deja hacer, no puede hacer más nada, sabe que aquellas personas son más fuertes que él, por el contrario, simplemente se queda contemplando ese aroma que acompañaba esa voz apacible, grabándola en su memoria, era salado, cálido y refrescante... como el mar.

-.-

Esos brazos que lo envolvieron se sentían cálidos, aquel aroma que ya había reconocido inundaba esa habitación, inhalo profundamente mientras se embriaga entre sus besos, todo se volvía caluroso y húmedo, pero a Tanjiro no parecía importarle.

Se aferró a la ropa del mayor mientras se ahogaban entre besos húmedos y sonoros, los besos de Tomioka eran muy distintos de los de aquel zorro, estos eran profundos, pacientes y con un toque de pasión que lo volvía loco. Solo después de que le costara respirar se atrevieron a separar sus bocas, Tanjiro se encontraba descolocado, respirando entre cortado, con la lengua afuera y los labios rojos... el menor sintió que fácilmente podía volverse adicto a aquellos besos.

Las manos traviesas del hibrido paseando por sus pantalones, retiro la tela observando el cuerpo contrario. Tanjiro era pequeño en comparación al lobo, pero tiene piernas fuertes, muslos carnosos y una piel suave... puede sentirla entre las yemas de sus dedos, lucían deliciosas...

Volvió a probar los labios del menor, lamerlos como un par de dulces e introducir su húmeda lengua con ganas. Abrió el haori de cuadros, metiendo sus manos en esa piel caliente, las garras afiladas rozaron su pecho llegando a los pezones, Tomioka ni siquiera lo pensó, separándose bruscamente de esos labios para adueñándose de aquellos pezones.

Tanjiro se estremecio al sentir como eran chupados, aquella hábil y húmeda lengua lamia y succionaba con fuerza, haciendo que se pusieran bastante duros.

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